Los hábitos de uso de cada persona son diferentes, incluso en un mismo hogar estos pueden ser diametralmente opuestos. La ropa y su uso es una de esas cosas donde más diversificación de costumbres se puede generar. Hay gente que utiliza la ropa una sola vez y la manda al cesto de la ropa sucia, hay gente que puede utilizarla dos o más ocasiones especialmente si son cosas de lavado delicado o tintorería. Mucho depende de las actividades que cada quién tenga, pues no es lo mismo estar todo el día sentado en un escritorio en un oficina con aire acondicionado, a realizar trabajo manual en una fábrica o visitar clientes con las inclemencias el tiempo. Como sea tu caso y cuantas veces utilices las prendas antes de depositarlas para lavar, vale la pena tomar ciertas precauciones para que tú piso, tu cama, tu puerta de habitación o alguna otra superficie no termine convirtiéndose en tu clóset.

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Destina unos minutos. Siempre destina un par de minutos cuando te vas a la cama o a la hora que llegas a casa y te pones más cómodo para darle acomodo apropiado a la ropa que te quitas y que quieres volver a utilizar. Si solo la avientas tendrás el problema adicional al desorden de que se les formen arrugas que te obligarán a planchar de nuevo la prenda.

Utiliza ganchos. Siempre trata de colocar las cosas en ganchos, especialmente prendas costosas, recuerda que debemos tratar con respeto lo que nos costó esfuerzo adquirir. Los principales beneficios de poner de vuelta a ganchos las prendas es que se arrugarán menos, no tendrás hilos jalados, menos polvo pegado, larga vida a las prendas. Puedes destinar una parte del clóset para no revolver lo usado con lo no usado o incluso puedes usar un sistema de codificación en tus ganchos colgando una etiqueta distintiva o usando ganchos de colores o formas diferentes para identificar que prenda ya fue usada.

Perchero. Si no te convences con devolver las prendas al clóset o no quieres colgar de nuevo en ganchos las mismas, utiliza al menos percheros para colocar tus prendas, así evitas que tomen suciedad del piso o que se arruguen de más. Este sistema es práctico porque puedes tener el perchero detrás de la puerta o en una pared pero lo que no me gusta en él es que la prenda se puede deformar por colgarla de la etiqueta o de alguna presilla del pantalón, además de arrugarla puede dañarla. También puede provocar el atiborramiento sobre todo si acumulas muchas prendas que quieres volver a usar en un lapso de 5 días. Yo no la tomaría para mí pero si esta evita al menos que avientes todo por toda la habitación puedes usarla.

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