“La vida moderna hace más asequibles los supermercados; los mercados se quedan algo en el olvido pero ¿Vale la pena dejarlos perder? Mi respuesta sería no.”
Sin excepción, en mayor o menor medida, requerimos productos frescos como parte de nuestra despensa. Jitomates, cebollas, chiles, todos los podemos conseguir de diversas fuentes. Los supermercados son cada vez más comunes, pero los mercados se niegan a morir. Que diferencias reales se tienen al adquirir productos de una procedencia con respecto de la otra. Vamos a marcar dichas diferencias para que saques tus conclusiones y compres donde se ajuste a tus necesidades y sobre todo adquieras valor agregado por tu dinero.
Los Supermercados
De acuerdo a los datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales A.C. (ANTAD) el 2013 no ha sido la excepción en el crecimiento de este tipo de empresas. Solo en el rubro de autoservicio se cuenta con 5,183 tiendas pertenecientes a 35 cadenas comerciales. Eso hace que la disponibilidad especialmente en las zonas más nuevas de las ciudades, esté a la orden del día. El tener a la mano e incluso en horarios mucho más amplios los supermercados, nos permite ir a cualquier hora del día, a la pasada del trabajo o después de ir a la escuela por los chicos. La variedad de verduras que se ofrecen es en muchos casos más grande, pues se pueden encontrar opciones poco comunes para recetas sorpresivas. También tiene la ventaja de que se puede obtener no solo la verdura y carnes, sino todo tipo de latería y envasados. El manejo de los productos es más factible que cumpla regulaciones sanitarias. Suelen poner varias ofertas sobre todo en días específicos de la semana. Se puede comprar en efectivo, con tarjeta de crédito o vales de despensa.
El lado negativo es que se privilegia a las grandes empresas, muchas de ellas se sabe incurren en prácticas nocivas para con los productores o intermediarios pues el descuento que ofrecen en sus tiendas se los rebajan al precio de compra de las mercancías a aquellos. Los productos son traídos de tierras lejanas y eso aumenta la huella de dióxido de carbón (contaminación ambiental). Por regla general son productos que se guardan bajo refrigeración por lo que el proceso de maduración es diferente; por experiencia personal, he notado que las verduras se mantienen frescas por menos tiempo, ya que su promedio de vida es de entre una semana a semana y media. Otro lado negativo es que hay muchas quejas ante todo en los tratos y condiciones de trabajo para los empleados. El precio bajo no siempre es tan bajo.
Los Mercados
Mercados municipales no hay tantos ya, bueno siguen siendo básicamente los mismos pero con el crecimiento de las ciudades y los cambios en los hábitos de consumo y alimentación; es poco común que hoy día se construyan en las colonias nuevas. No obstante, el mercado es el centro de abasto por excelencia para muchas personas. Encontrarán entre los beneficios de surtirte ahí, que de entre todos los puestos tienes una selección de calidades y variedad que rivaliza contra cualquier otra fuente. El producto está más protegido de los agentes externos pues están bajo techo. Por las características de cada local, están sujetos a verificaciones constantes de sanidad y honestidad, por lo que tus kilos serán más ciertos. Los precios son más justos y la procedencia de los productos tiende a ser más local o regional pues los comerciantes se surten en las centrales de abastos. Normalmente son productos que no han sido refrigerados y su vida media pues ser de alrededor de dos semanas, a veces poco más. Se fomenta la competencia más leal y ayudas a los pequeños comerciantes a mantenerse en el negocio ante la embestida de las grandes cadenas. El trato es muy personal casi de amistad. Estas condiciones también aplican a verdulerías o fruterías que se ubican en los barrios o colonias y que no tienen el respaldo de un mercado como tal.
Entre los aspectos negativos están la lejanía, puesto que las nuevas colonias se van alejando de este tipo de equipamientos urbanos. No es tan común encontrar variedad de verduras poco comunes. No encontrarás productos que no sean de temporada, o será más difícil por el elevado costo. Si es un mercado pequeño es probable que solo haya un puesto para cada tipo de productos y eso disminuye la rotación del mismo, resultando en una calidad y duración menor.
Los Tianguis
Además de ser una tradición ancestral en México, los tianguis o también llamados mercados sobre ruedas, son una manera muy eficaz de hacerse de productos frescos a precios baratos. Mucho se cuestiona sobre la calidad de los mismos, pero la realidad es que un tianguero lo que hace es ir casi a diario a las centrales de abastos a comprar lo que venderá en el día. La rotación del producto es alta pues al no tener instalaciones para almacenar su mercancía se hace obligación sacarla casi en su totalidad en cada ocasión de venta. Por experiencia he encontrado que aprendiendo a comprar, las verduras pueden durarme hasta 3 semanas en el refrigerador.
El aspecto negativo de los tianguis, yo los resumiría en tres. Se fomenta la informalidad y en este caso la afectación a comercios establecidos, y por estos me refiero a los pequeños comerciantes no a las grandes cadenas. Los famosos kilos de 800 gramos, seamos realistas no necesariamente un precio bajo indica que realmente estás ahorrando. El manejo de los alimentos en cuestión; pues no necesariamente es el más sanitario del mundo además de que aunque así lo fuera, los productos expuestos en la calle al sol, aire, polvo y otras calamidades, sufrirán en su integridad y seguridad, por eso hay que tener cuidados extremos con su preparación; especialmente si son productos que se consuman crudos o ya preparados.
[Tweet “Al tratarse de los víveres, comparar nos permite conseguir la mejor relación calidad precio”]
¿Qué opción de abasto prefieres?
No importa cuál opción prefieras, lo importante es que hagas por consumir más productos naturales y preparar tus comidas desde cero, es más saludable dejando de lado los productos procesados. Tres recomendaciones que valen para cualquiera
- Siempre lleva una lista de compras acorde a tu presupuesto, salirte de ella implica gastar en cosas que no necesitas.
- Trata de palpar la verdura, que se vea y sienta firme además de fresca. A menos que sea muy tentador el precio de tianguis no compres en donde te sirven parejo el kilo, terminas luego con más comida en la basura que en el refrigerador.
- No pasees con las compras, terminando de hacerlas, regresa a casa para que puedas almacenar en la despensa o el refrigerador todo y evites el maltrato por sol, fricción, golpes, etc.
Vamos consumiendo de manera responsable, de manera enterada y de manera natural, pues el alimento de hoy en realidad es la medicina que hará que nuestro cuerpo sea más sano en el futuro.
