El primer mes del año siempre motiva a los cambios. Enero es el mes idóneo para poner orden en casa y de paso en nuestra vida por el resto del año.

ORDEN EN CASA

Orden en casa en enero y todo el año

Los propósitos llegan con las uvas la medianoche de la noche vieja. Adelgazar o cambiar de empleo. Llevar un estilo de vida más saludable y hacer ejercicio. Entre esos cambios el orden en casa debería ser una prioridad. No solo se trata de crear un ambiente estético y placentero a la vista. Se trata de entender que el orden y los sistemas de organización nos proveen calma. El contar con espacios bien organizados, donde cada objeto tiene una casa a donde pertenece, hacer que al momento de requerirlos los podamos encontrar con facilidad. Con ello podemos asegurarnos de crear una calidad de vida en nuestros espacios. Habituarnos al orden puede llevar tiempo, ya que se trata de una habilidad nueva, sin embargo no podrás negar que crear este nuevo hábito es el reto perfecto para iniciar el año. Esto cobra más relevancia ahora que enero se considera el mes de la organización por excelencia. Incluso en la NAPO es el GO Month

¿Qué puedes hacer para organizar?

En pocos pasos puedes poner orden en casa. Son pases que igual ya has escucha pero que te diré las razones de seguirlos, de tal suerte que sabiendo el trasfondo, tenga más lógica para ti:

Paso 1. Toma conciencia. A nadie más que a ti debe interesar el cambio. Lograr orden en casa es un compromiso y este llega una vez que te das cuenta de sirve para gozar de calidad de vida. ¿Quieres un cambio real de vida? ¡Compromete!

Paso 2. Desmenuza el proyecto. Organizar no es un evento, es una travesía. No te agobies pensando que pondrás orden en un santiamén. Se trata de darse tiempo, poco a poco hacer alguno, avanzar. Si desmenuzas el gran proyecto de organización de tu casa en tareas pequeñas y manejables, vas a garantizar el éxito. ¡Sé paciente!

Paso 2. Clasifica tus pertenencias. Este paso trata de crear una visión completa de lo que tenemos. Si colocamos por ejemplo todas nuestras prendas sobre la cama, apiladas por tipo, nos resultará más fácil comprender el volumen real de cosas y partir de ahí a la toma de decisiones.

Paso 3. Depura excesos. La desorganización procede de decisiones postergadas. También de aferrarse a momentos una vida pasada o tener expectativas futuras sin un plan de acción. EL haber apilado las pertenencias con una clasificación inicial, sirve para ir percatándonos de qué forma parte de un proyecto de vida real y qué solo son ecos de aquello que fuimos o de un futuro que no fructificó por falta de compromiso o cambio de circunstancias.

Paso 4. Deja de adquirir. Adquirir no solo trata de lo que compramos, sino en general de lo que llevamos dentro de nuestros espacios pagadas o no. Aunque el paso suena muy demandante debo suavizarlo aquí. No es que no quiera que te hagas de cosas, al final de cuentas muchos son satisfactores para la vida diaria. Es más el realizar un ejercicio consciente de qué compramos o adquirimos, cuestionándonos el uso, la necesidad real, el sitio donde almacenarlo, inclusive cuestiones del orden de sustentabilidad. Piensa siempre que algo que no necesitamos aún a precio reducido no le confiere utilidad real.

Paso 5. Repite los pasos. Establece un plan de mantenimiento. Así como establecer el orden en casa, los sistemas de organización son entes cambiantes. Responden favorablemente o no al uso constante. Eso hace que requieran mantenimiento cotidiano y de cuando en cuando un mantenimiento mayor. Piensa en ello como el motor de un auto, con regularidad lo llevas a servicio para evitar fallas mayores. Llegados ciertos puntos, los mantenimientos son mayores o requieren cambios de piezas.

Estos pasos te pueden ayudar a concretar tu visión de vida. Aquello que tu mente crea lo puede lograr. Para ello necesitas paciencia, disciplina y un plan a seguir. Ahora bien, si crees que necesitas de la ayuda de nachOrganiza, agenda una cita que podemos encontrar soluciones para ayudarte.