Oportunismo: actitud de aprovecharse de las circunstancias incluso a costa de los propios principios. A menudo en la industria de organizar

Imagen de Thanasis Papazacharias en Pixabay

La profesión de organizar no es nueva en Latinoamérica. Habemos personas dedicadas a este negocio desde varios años atrás. Dicen que somos personas visionarias por entender la necesidad del orden y la organización como servicio antes de la explosión mediática de Marie Kondo y The Home Edit. La realidad es que no somos personas improvisadas, por eso tenemos tantos años dedicados a este menester. Buscamos y aprovechamos cada oportunidad de aprendizaje, vemos el oportunismo consciente como una ventaja.

Oportunismo consciente

Hablar de un oportunismo consciente es hablar de observación y cuidado. Esa observación nos hace entender que para ser profesionales en toda la extensión de la palabra tenemos que sustentar lo que hacemos en lo que sabemos. Para saber solo hay un camino, el aprender. Si no procuramos el aprendizaje no podemos estar preparados para atender a un cliente y su proyecto de organización. Preparación en muchos frentes que puedan ser la base de resultados positivos es lo que se busca. Un cliente quiere eso, un profesional de la organización que ayude a resolver su dilema de desorden. No requiere que venga una persona improvisada a tratar de arreglar algo para lo que no tiene un adiestramiento palpable.

Lo negativo del ser oportuno

De ahí se desprende mi concepto de oportunismo negativo, que no es otra cosa que aquellas personas que, si bien tienen el legítimo derecho de emprender, lo hacen bajo un esquema sin sustento ni bases reales. Ahí es donde radica el peligro en dos frentes. Un frente es el de la atención a los clientes que buscan un servicio de calidad. Al final solo obtienen una experiencia que va de lo agridulce a lo amargo. En muchas ocasiones con las poblaciones que requieren una atención especializada, estos prestadores de servicios solo romperán el principio de primero no hacer daño. El segundo frente y que nos afecta a los demás es el de nuestra industria. Ninguna actividad crea industria de la nada, se requiere el esfuerzo conjunto de todos los que la integramos, por eso la importancia de caminar juntos, ayudarnos mutuamente, pero también de entender que se requiere de un mínimo de preparación para conseguir un nivel de profesionalismo que de verdad ayude a nuestros clientes y no los perjudique en ninguna forma.

Si te interesas en los servicios de un organizador profesional te recomiendo que mires bien sus credenciales, que te hable de su capacitación. Si por el contrario quieres involucrarte como dios manda en nuestra industria de organización, prepárate, yo mismo tengo un curso con el que puedes aprender lo necesario para empezar tu emprendimiento.