Casa cosa que adquirimos a lo largo de nuestra vida, tiene una utilidad, una función. Algunas de esas cosas llegan a tener significado y muchas otras un valor sentimental, que tasamos cuando las asociamos a personas o emociones específicas. Aprender a organizar el valor sentimental, primero en nuestro corazón y después sobre las cosas, es una medida sana que nos permite deshacernos de cosas que, o no son necesarias, o que dejaron de cumplir su propósito.
Es probable que te preguntes sobre cómo organizar el valor sentimental, especialmente porque suena a que vamos a tratar de ordenar algo intangible. En efecto, el valor sentimental es intangible, físicamente hablando, pero podemos sentir sus efectos claramente. Mucha gente experimenta ansiedad, ira, desencanto, por el simple hecho de extraviar o dañar algún objeto, que tiene anidado a él, un valor sentimental; el camafeo de la abuela, el libro que heredaste de papá, un sombrero que te regaló un amor. Entonces, organizar el valor sentimental, deberá partir de hacer las paces con tus emociones, dejar claro que amas la remembranza, pero que el objeto, aunque dispara el recuerdo, no es lo importante, y si, lo que guardas en tu memoria. Haciendo las paces, entendiendo que las cosas son cosas y su valor, radica principalmente en su utilidad, función o estética, pasaremos a organizarlas.
Como todo proceso de organización, hay que hacer una selección, determinando que se pretende conservar, que ya no sirve y debe tirarse, y que cosas son susceptibles de donarse o pasarse a otra persona que pueda darle uso. A veces habrá la posibilidad de incluso, vender algunas de esas cosas, para obtener una ganancia.
En este punto, ya tendrás bien claro, que cosas van a ser conservadas. Necesitas pensar en cosas que realmente, puedan ser veneradas, no que terminen de nueva cuenta, arrumbadas en una caja en un rincón oscuro de la casa. Para presentar nuestros respetos, puedes optar por alguna de estas opciones.
Baúl de recuerdos. Método más simple no puede haber, lo mismo en un baúl que una caja de madera. Las abuelas saben todo de esto. La idea es que te hagas de una caja, baúl o incluso beliz en buenas condiciones, para que vayas depositan en su interior, muy bien acomodado, esos objetos que te han ido marcando en la vida. Prendas, cartas, algún juguete, libros. Es importante que ese baúl esté accesible, para que en cualquier momento puedas acudir a él y venerar su interior.
Marcos profundos. Conocidos como shadow boxes, son una combinación de marco y caja, cuya idea es meter dentro algunas cosas que sirvan de recuerdo, que luego se colocará en la pared. Es como hacer una pequeña exposición de momentos hermosos.
Vitrina. Aunque la vitrina es más para cosas como platería, cristal, cerámica; puede ser un buen pretexto para ir montando, a manera de escaparate de tienda, un aparador con cositas que te han dejado buen sabor de boca, esas que te transportan a lugares o personas del pasado. Una variante es una repisa, pero mantén claro, la cantidad de cosas para no terminar atiborrando repisas o vitrinas. Aprende a dejar ir.
Álbum de recortes. Los americanos son expertos en este tema; el Scrapbooking, trata de ir haciendo un álbum de recortes de todas las etapas de la vida, como un collage que se encuaderna, con trozos de historia personal, objetos pequeños y planos y por supuesto fotografías.
Digital. Este método es para mí, quizá el que más potencial tiene; porque lo podemos aplicar incluso con aquello que vamos a sacar de casa. Consiste en sacar una o varias fotos digitales, guardarlas en un disco duro y quizá imprimir y enmarcar aquella que se mire como una obra de arte contemporánea. Esté método ofrece la posibilidad de guardar miles de memorias sin el problema que implica tener las cosas físicamente. Otro punto a favor, que puede combinarlo con uno o varios métodos anteriores para obtener resultados más emocionantes.
Como verás, son cinco maneras prácticas. Claro que hay muchas más, especialmente si buscas por la red, pero creo que al final de cuentas, muchas se resumen o derivan de estas maneras esenciales. ¿Hay alguna forma particular que tengas para organizar el valor sentimental de tus cosas? Sería bueno que lo compartieras.
Apreciar el valor sentimental de las cosas, es un primer paso para entender nuestra relaciones con ellas, pero también una manera de aprender a dejar ir, cuando ya no son forman parte de nuestra realidad no necesidad; no por eso faltamos a los sentimientos o deshonramos a las personas vinculadas.
El artículo “Organizar el valor sentimental” escrito por Nacho Eguiarte apareció publicado primeramente en NACHOrganiza Blog de Organización Profesional en Español.