Organizar la recámara es nuestro reto 2 en el GO Month. Eso porque la recámara es el espacio y santuario del descanso, la intimidad y el espacio para soñar.
Llegamos a la segunda entrega de NACHOrganiza de este 2016. Ya son 4 hermosos años llegando hasta sus pantallas por medio de la página y el blog, además de las diversas redes sociales. Y para seguir con la misma tónica de organizarnos en enero, tenemos el reto 2 del GO Month de NAPO, Te recuerdo que la anterior entrega fue acerca de organizar la cocina y esta trata de organizar la recámara. Nuestro espacio de intimidad, nuestro santuario de sueños y por decirlo de algún modo la cámara que repone nuestras energías y fuerzas para el día a día.
El Reto De Organizar La Recámara
Vamos estableciendo qué es lo que queremos alcanzar con el reto de organizar la recámara. Sabiendo que lo que queremos es lograr un espacio limpio, agradable, libre de conflictos y de desorden podremos dar prioridades a las actividades que realizaremos dentro. Del mismo modo tenemos que empezar el hábito de no contaminarla con actividades ajenas tales como comer, trabajar, almacenar cosas que no le corresponden, etc. La base para empezar este reto es que debemos retirar de la recámara todo lo que no es de ahí. Libros, juguetes (en caso de la habitación de los padres), laptop, platos sucios (en caso de usarla de comedor), documentación, etc. empecemos pues.
Cama. Claro que la cama se poder organizar. Lo primero que se tiene que hacer es eliminar de ella lo que no corresponde en su superficie. Nada de aventar prendas y libros, cuadernos y juguetes sobre ella y dejarlos a la vista. Hay gente que no duerme en su propia cama por no tenerla libre, y créeme eso cobra una cuota fuerte en la reposición de nuestras energías y en el bienestar del cuerpo. Acostúmbrate a dejar siempre libre la superficie de la cama, con sábanas limpias y frescas. Además cada día haz la cama, esa pequeña tarea da la sensación de un logro, y ese pequeño logro nos pone de buen humor.
Clóset. Al organizar la recámara, el clóset, el vestidor o el armario siempre vendrán a la mente de todos nosotros. No te angusties. Acorde a mis consejos, esas áreas deberán tratarse como tema adicional, porque en organizar un armario pueden irse varias horas. De cualquier modo, si tienes oportunidad, reserva tiempo al menos para que quede ordenado, sin prendas sucias dentro, por remendar o tiradas o aventadas sin orden.
Cómoda y Buró. Los cajones de estos muebles hay que mantenerlos organizados. Designa cada cajón con un contenido particular, digamos ropa interior, camisetas, accesorios, etc. En el caso de los burós o mesas de noche, lo ideal es conservar en ellos solo cosas que sean necesarias en el transcurso de la noche, tales como medicamentos o el libro en actual lectura. Si colocas el celular o dispositivos móviles a cargar, procura que estén dentro de un cajón o de modo que el brillo no te deslumbre y haga perder el sueño. Hay quien recomienda ni tenerles cerca al dormir. También para muchos es el lugar propicio para guardar la joyería o los contenidos del pantalón como monedas, llaves y cartera, para ello usa un tazón o charola para que no rueden por toda la superficie y de ser posible, designa dentro del cajón superior espacio para tal efecto. En mi caso, guardo los relojes y los anteojos en sus estuches dentro de mi mesa de noche.
Paredes. Las paredes también se atiborran de cosas que pueden perturbar la paz y tranquilidad de la recámara. Llega un momento en que podemos tener tantos afiches, cuadros, imágenes religiosas que se vuelve casi imposible mirar la pared y sentir tranquilidad. Deja uno o dos por pared y agrupa las imágenes religiosas. Eso sí, cada imagen debe representar y transmitir calma y serenidad para poder descansar. El color de las paredes también importa. Elige siempre colores como amarillos, azules y verdes claros, arena, blanco o paja, son los mejores colores para mantener calme y no ponernos ansiosos.
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¿Si El Tiempo No Alcanza?
La misma pregunta que nos hicimos en el artículo anterior, donde dimos a conocer los 4 retos y organizamos la cocina, si no alcanza el tiempo, no te angusties. Roma no se construyó en un día, de hecho ninguna ciudad ha sido construida en 24 horas, todas son producto de esfuerzos constantes. Aquí lo que importa es avanzar aunque sea poco a poco cada ocasión. Puedes establecer 15 minutos diarios que harán la diferencia a los pocos días y no desgastarte y frustrarte porque en el intento de 4 horas solo te abrumaste y no avanzaste, dejando solo sinsabores y un día perdido.