“Mientras más pesada la caja con cosas que sacamos de la vida, nos damos cuenta que la carga emocional se vuelve más liviana, no más desperdicio de energía”
Cuando te has decidido a cambiar tu entorno, a hacer compromisos en miras de crear un espacio más amable, más funcional y menos sofocado con cosas que no son realmente importantes, verás esta frase muy claramente. De hecho no solo la verás, sentirás sus efectos en todo tu cuerpo; “Mientras más pesada la caja, más liviana la carga”. No es una metáfora ni tampoco una analogía, es simplemente una realidad. Te voy a explicar a qué se refiere haciendo una pequeña crónica.
Hoy Es El Día Para Desabarrotar
Hoy decidiste tomar una caja de cartón, una que conseguiste con el tendero de la esquina. Hoy decidiste hacer unos cambios, porque ya te cansaste de no hallar las cosas que necesitas, cuando las necesitas. Ya te cansaste de tener cosas de la cocina en el comedor o ropa regada en la sala que pertenece al clóset. Decidiste empezar en pequeño, con una simple caja de cartón. En ella vas colocando cosas que están fuera de lugar, que no pertenecen a la habitación, y que además te cansaste de tener, porque representan una etapa de tu vida que ya no quieres recordar, o no son parte de la visión que tienes para tu futuro.
Poco a poco la caja va siendo insuficiente, pero igual le sigues echando más cosas. Empiezas a sentir un cansancio ligero en tus brazos, sientes la tensión que implica cargar esa caja de cartón. Después puede que el cansancio se transfiera a tu espalda. Pero igual sigues, porque hoy te decidiste a actuar. Ya te cansaste de pretextos, de decirte que es imposible organizar tu vida y tus cosas. Ya no quieres una excusa tonta, hoy hiciste tiempo para tomar las riendas de tu vida. Ya no vas a postergar esta acción, porque hoy decidiste que fuera el día y quieres cumplirte esa promesa.
Llenar la caja con emociones
La caja llegó a su tope, si pones más cosas en ella seguro rebosarán y al ir cayendo al piso, te refrescarán memorias que ya no tienen sentido para ti. Llenaste la caja y cada cosa que esta dentro, tuvo una mayor o menor importancia en tu vida. Algunas de esas cosas las heredaste, otras las compraste, otras no sabes ni como llegaron a tu casa. Todas y cada una, tienen una historia adherida y más de algún sentimiento bordado. Pero hoy decidiste cambiar el rumbo y dejar ir las cosas que pesan. Dejarás solo los buenos recuerdos en tu cabeza, porque esos recuerdos buenos, son los que te impulsan a buscar un mejor futuro y el futuro no se logra entre pilas de cosas ni entre vericuetos estrechos bloqueados por el desorden.
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Tienes una epifanía mientras sigues sosteniendo la caja entre tus manos. Mientras más cansadas están, mientras más tensos tus brazos y mientras más carga descansa en tu espalda, más liviana se vuelve la vida. Empiezas a experimentar la alegría de dejar partir las cosas que antes te ocupaban tiempo, que antes de reprimían y te negaban la oportunidad de sentirte más ligero. Cobra sentido la frase, más pesada la caja, más liviana la carga; porque no hay carga más pesada que la carga emocional. De eso es de lo que te estás deshaciendo, de una carga emocional guardada por años, acumulada sin piedad y sin aparente fecha para dejarla partir. Pero hoy decidiste que sería diferente. Hoy estás actuando y aunque sea solo una pequeña caja de cartón que conseguiste en la tienda de la esquina, te está librando de tremenda carga.
Decidir cambiar tu rumbo, mejorar tu vida, organizar tu espacio; es todo un proceso, que involucra tus cosas, tu tiempo y sobre todo tus emociones, porque muchas de las veces, las emociones nos las que nos mantienen prisioneros y no permiten que actuemos. ¿Qué te parece si hoy decides que es el día?
