Hoy por hoy aunque los medios electrónicos hayan permeado a todas las actividades humanas, nos encontramos en un punto donde todavía no dejamos de usar el papel como un medio de información y documentación. Esto trae consigo la acumulación excesiva de papeles en la casa y la oficina, porque al parecer nos reusamos a deshacernos de ellos como un reflejo de cuanto nos aferramos a no pasar a una era completamente digital. Hay medidas que podemos tomar para reducir al menos todo aquel papel que nos causa dolores de cabeza y que realmente no tiene sentido conservar.

© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza

Correo basura. Hemos escuchado el término dentro del ámbito de los correos electrónicos, más nunca no hemos dado cuenta que en papel, también existe este tipo de correo. Volantes con ofertas, pasquines de supermercados, folletos de los negocios de la zona, correo que anuncia la posibilidad de ganarte un auto, la llave de la felicidad que conduce a la olla del oro irlandés claro acompañada de una buena selección de libros digeribles. Aunque es difícil evitar que tanto papel nos llegue a casa, en el mismo momento que lo recibes y te das cuenta de lo que trata deberías botarlo sin más a la basura o a tu bote de reciclado.

Recibos y notas de compra. Aquí tienes que mantener ciertas reglas, si es un documento susceptible de declarar fiscalmente hay que ponerlo donde esa documentación se guarda con el resto del mes. Si es la nota de algo que aun cuenta con garantía o de una prenda que no has usado aún, guárdala hasta que venza la garantía o haya pasado el mes porque las prendas solo te las cambian dentro de los primeros 30 días. Todo lo que hayas pagado en efectivo y no requiera conciliación tíralo de inmediato. Si se trata de notas pagadas con tarjetas de débito o crédito, concílialas al llegar el estado de cuenta bancario y después deshazte de ellas.

Información electrónica. Llámese correos, llámese artículos de interés, llámese recetas, todo lo que consideras importante de guardar hazlo de manera electrónica a través de convertir la información en un PDF o XPS formatos de sistema para almacenar copias virtuales. Lo anterior porque siempre es una enorme tentación andar imprimiendo todo lo que consideramos importante para conservar y leer en diversas ocasiones, la realidad dista mucho de la intención pues la mayoría de los que se imprime no lo volvemos a curiosear jamás.

Paperless. Una y otra vez te lo diré, ve paperless o sin papel; bancos, compañías de comunicaciones, empresas de televisión de paga, de fondos de retiro, tiendas departamentales, todos ellos te ofrecen la posibilidad de mandarte estados de cuenta electrónicos. Es la mejor manera de cortar una buena parte del papel en casa y oficina, además evitas su propio correo basura con ofertas de compras y papales que solo encarecen las comisiones que nos cobran. Esto también poco a poco va a ir aplicando para las cuestiones fiscales pues la idea es dejar de lado el papel.

Libros, revistas, folletos, catálogos. Todos ellos hacen polvo y ocupan demasiado espacio. Afróntalo no somos biblioteca, lo mejor es donar este material para bibliotecas escolares o públicas ya que en este país reciben tan poco incentivo que jamás tienen volúmenes adecuados para la labor que realizan. Conserva los que de verdad tienen importancia, busca versiones electrónicas, y vive con menos polvo y menos abarrotamiento.

© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza

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Ahora que has reducido las montañas de papel a pilas de tamaño manejable, ya puedes organizar los papeles que de verdad son importantes y que deben ser archivados apropiadamente para encontrarlos la próxima vez que los necesites.