No estaría mintiendo si digo que el clóset es el último bastión de la desorganización, al menos para la gran mayoría de las personas, pues sienten que en el proceso de purga de las cosas que hacen que un hogar esté abarrotado ese sitio debería permaneces intacto. La gente siente que la expresión de su personalidad recae en sus prendas, por eso el closet es fácilmente una referencia histórica del proceso de alguien en la búsqueda, maduración y definición de su estilo. Todo el bagaje psicológico que engendran la ropa clóset hace difícil en más de una ocasión poder organizar los clósets. Pregúntate entonces los siguiente para que te des cuenta que es momento de desahuciar ciertas prendas.

¿Cuánto tener? Define la cantidad real de ropa que requieres para todas las actividades de tu vida, trabajo, descanso, ocasión. Ahora mide la longitud de tus tubos para colgar y el espacio en cajones y entrepaños, si hay modo de acomodar lo que necesitas sin que se apelmace o se hagan arrugas solo de estar colgado. Lo más seguro es que tendrás más ropa que espacio por tienes que conciliar prendas y espacio para guardar de manera holgada, porque de lo contrario hoy arreglarás pero dentro de tres días terminará siendo un batidillo mas horroroso que los licuados que sirven para bajar de peso.

¿Lo amabas? Hay ropa que guardamos porque nos gustaba, porque nos recuerda una época, porque alguien querido nos la regalo, reacciona los recuerdos en tu cabeza no en tus perchas. Si bien la moda es cíclica lo más seguro es que una moda de juventud regresará cuando para ti usarla sea como utilizar un disfraz, acepta que crecemos y nuestro aspecto debe madurar.

¿Te hace lucir? Esa pregunta es crucial, si una camisa no te queda porque su estilo ya no va con tu ritmo de vida, a sacarla; si un pantalón no va con tu tipo de cuerpo aunque sea de moda o comprado ayer, afuera porque terminará acumulando polvo; y ese ojo crítico y objetivo siempre debe imperar, decía un anuncio de El Palacio de Hierro, puedes engañar a todos pero nunca a la del espejo, es verdad.

¿Tienes boutique? Una amiga querida dice que su clóset parece boutique, porque tiene toda la gama de tallas que puedas imaginar porque representa sus etapas de peso entre la talla que es y las que fue y piensa que será. Esto redunda en un clóset saturado no solo de ropa sino de frustraciones porque por un lado las tallas grandes que ya quedan grandes sirven de aliciente las que dejaron de usarse porque ya no entramos se convierten en pesadillas de la figura, ese estrés puede convertirse en un detonante para que la pérdida de peso sea más difícil. Tu closet debe tener la talla que usas y si acaso muy pocas prendas de una talla menor y otra arriba, pero de preferencia solo menor porque la ropa debe ser el escantillón para medir si estamos en riesgo de subir de peso.

Entonces las respuestas a las preguntas que te presenté deben ser la vara con que midas el clóset y sus contenidos.