Con el regreso de los chicos a la escuela, me vino a la mente el asunto de los dibujos, manualidades con pasta y semillas y algunos otros detalles que traen de regreso a casa y terminan abarrotando los refrigeradores principalmente, montados con un imán sobre la puerta. Pensé pues, que una actividad que poco a poco se ha introducido en nuestro país, podría ayudarnos como métodos para organizar memorias de nuestros hijos; el scrapbook.

La actividad del scrapbook o en su equivalente al español, libro de recortes; consiste en hacer álbumes de recuerdos con fotografías, dibujos y algunas manualidades de poco espesor, darles un embellecimiento por medio de retazos de papel, tela o algunos apliques, y los vas agrupando para después encuadernarlos por profesionales o de manera casera utilizando hilaza o cáñamo y pastas de cartón gruesas. Una actividad cuyos orígenes se sitúan entre Inglaterra a fines del S. XVIII y Estados Unidos a principios del S.XIX. En este pasatiempo cada vez más popular, se emplean diversas técnicas como el collage, la ilustración y aunque al principio se utilizaba todo tipo de retazos en papel y tela, hoy día hay tiendas especializadas en vender todo tipo de insumos y herramientas para su práctica. Se estiman por millones los entusiastas de este pasatiempo

Yo no practico el scrapbook, pero hallo muy útil la actividad. Como bien les comenté, es una manera de atajar dos problemas, el del abarrotamiento de nuestra puerta de refrigerador y la conservación de los recuerdos hechos por los niños de la casa. Claro, también puedes emplear esta actividad para tus propios recuerdos o de cualquier miembro de la familia. Practicar a hacer nuestro libro de recuerdos puede llevarnos a encontrar un paraíso de la organización, encontrando con ello que pagamos mejor tributo a nuestras memorias si las conservamos agrupadas en algo tan atractivo como un álbum. Este se puede convertir en una biografía visual de nuestro recorrido a través de la vida y de momentos especiales.

Deja ya de tener arrumbados los dibujos, las muestras de afecto y las fotografías sin ton ni son. Busca la posibilidad esta divertida actividad, como una manera de dirigir tus problemas de organización con los papelitos, papelotes y demás, podría ser incluso la actividad que te lleve a relajarte después de días de estrés.

Un lado muy positivo del scrapbook es que puedes servirte de él para reciclar, envolturas, papeles, listones, etc., que de otro modo terminarían en la basura; porque hay que admitir, las mejores tiendas de scrapbook vienen también con productos de un costo que pudiera ser elevado, por ese nada mejor que emplear tu creatividad y la de tu familia.

¿Quieres saber más del origen? Te invito a que leas esta entrada en Wikipedia acerca del Scrapbook

El artículo “Scrapbook, método para organizar memorias” escrito por Nacho Eguiarte apareció publicado primeramente en NACHOrganiza Blog de Organización Profesional en Español.