Falta de seguridad es el tópico actual. Tristemente asuntos lamentables me llevan a tratar este tema. Tantas mujeres violentadas y esto no respeta ni a los infantes.
Oprobio por la seguridad
Antes que nada, advierto que no me disculparé por usar mi blog para escribir de un tema sensible. Seguramente la noticia te llegó por periódico, noticiero o incluso a manera de mensaje por WhatsApp. Nadie está seguro en las calles. Ni siquiera de día podemos bajar la guardia. Muchas mujeres han sido abusadas, violadas y asesinadas sistemáticamente. Se han convocado marchas y huelgas para atraer la atención de las autoridades. Si, esas autoridades que estúpidamente solo culpan a un sistema económico por las muertes. Ya basta de jugar la carta de la ingenuidad y la estupidez. Las muertes de estas mujeres y la violencia que sufren, sin importar su origen debe ser erradicada. Ahora pasa que la inseguridad no solo arrebata vida y tranquilidad de mujeres. Hemos visto en días pasados que también una niña fue ultimada por la monstruosidad. Fátima fue secuestrada y asesinada. Las culpas vuelan como mosquitos en un jardín veraniego, sin embargo, el dolor causado no se va a reparar con excusas. Mi repudio por estos actos.
Cuidando a los hijos
Descargué mi frustración por el tema, ahora quisiera presentarte algunos consejos simples para que puedas organizar la seguridad de tus hijos:
Habla con el plantel educativo. Pregunta qué protocolos están dispuestos para evitar que alguien no autorizado se lleve a tus hijos. Estudia bien ese protocolo y siempre ceñirse a él. En caso de que la escuela no tenga uno, no condenes. En lugar de eso hay que ponerse de acuerdo con otros padres para que se diseñe un protocolo adecuado. No podemos pretender que los maestros enseñen, eduquen y sean policías de los menores. Guste o no la responsabilidad mayor recae en madres y padres de familia.
Explica los riesgos. No se trata de regañar, de alarmar o de predisponer a los hijos a conductas de paranoia. Hay que explicar los riesgos de seguridad e integridad que pueden enfrentar afuera. Por eso deben ser cuidadosos.
Entrenarles. Del mismo modo que solemos hacer simulacros para incendios y sismos, por qué no hacer uno para situaciones de secuestro. En condiciones controladas con otros padres simulen que quieren llevarse al menor. Así podrán entender las respuestas de estos y subsanar cualquier brecha de seguridad que se presente.
Contraseña: Esto es algo está rolando por las redes sociales. Tener una contraseña que conozcan tú y el infante únicamente. A mí me parece una idea fabulosa, ya que con esa podrá ejercer su raciocinio y determinar si está involucrado en una posible situación de peligro. Si al preguntar la contraseña a la persona el niño no recibe respuesta o es incorrecta, es momento de aplicar protocolo de huida o búsqueda de ayuda.
Identificación y contacto: Que tus hijos porten un mecanismo de identificación que no esté a la vista. Esto ayuda en caso de que se extravíe, pero al no estar a la vista no se hace mal uso de ello. Para efectos de contacto, vale la pena tener un número en alguna parte al que se puedan comunicar para darte razón. Hay una idea por ahí que consiste en escribir en la suela de los zapatos el celular. Incluso me viene a la mente una de esas pulseras de hospital, pero en el tobillo.
Tapar el pozo de inmediato
Ya no vale estar confiando que nada pase, mejor prevenir que lamentar. Es necesario tomar acciones encaminadas a no sufrir un dolor irreparable. No es tiempo de mirar para otro lado. La desgracia, aunque ha tocado lejos, es la misma que puede tocarnos de cerca. Seguridad para nosotros, para los hijos e hijas, para las mujeres violentadas, esa es la exigencia. Si las demandas se cumplen o no, no es pretexto para no actuar. Llevemos la delantera al crimen. Propiciemos un entorno seguro, si por desgracia no es posible, no permitamos que se cuele por ninguna rendija.
Mis condolencias van a Fátima y cualquier persona adulta o menor que haya sido alcanzada por las sombras de la inseguridad. Este solo es un tributo humilde a sus vidas.
Claudia
20 febrero, 2020Hola Nacho,
Como madre de 2 niños y ciudadana, comparto el mismo repudio por estos actos de violencia a mujeres y niños. Coincido que la responsabilidad mayor recae en nosotros como padres de familia. Tambien considero que como sociedad y comunidad escolar debemos ser empaticos. Debemos apoyarnos y acompañar a los niños que por alguna circunstancia esten solos. Tus consejos de segurida para los niños me parecen precisos y forzosos.
Gracias
Nacho Eguiarte
20 febrero, 2020Claudia, lo que sea necesario debemos aplicarlo. Cierto que otro debería ser el escenario, sin embargo teniendo en cuenta que no hay condiciones adecuadas, lo mejor es prevenir.Saludos.