Hoy es un día que no quiero agobiarles con un tema propiamente dicho. Es más día de compartirles lo que antier pensé sobre esos capelos en los que vienen los pasteles que venden en los supermercados y que jamás había encontrado para ellos un uso decente. Resulta que fue el cumpleaños de mi compañero de oficina y amigo del alma, le festejamos con su pastel o mejor dicho una rosca de limón, después del festejo y la limpieza de morusas y vajilla, pensé en tirar el empaque, al principio sentí un poco de pesar porque siempre es un engorro tirar […]