Voy por la calle, con tranquilidad dejo que el viento acaricie mi cara, juegue un poco con mi peinado, mientras tanto yo, embebido en cosas tan diversas en mi cabeza que olvido el paso del tiempo y mis pies cansados. De repente, de la nada, sobreviene un accidente de tránsito porque inadvertidamente me he cruzado la esquina si voltear, sin saber si tenía el derecho de paso; la pericia de los conductores les hace responder al peligro, anteponen mi seguridad a la de ellos, salvan mi integridad pero entre ellos colapsan. No ha sido de cuidado el choque pero es […]