Recuerdo a mis vecinos no porque tuviéramos una relación cercana, más que nada por un detalle que a mi parecer es un error cometido con mucha frecuencia a la hora de amueblar la casa que recién empezamos a habitar. El coto donde vivimos es un coto de casa muy pequeñas todas, apenas si llegan a los 60 metros cuadrados de construcción en dos plantas; la baja alberga un galerón que cumple las funciones de sala, comedor y cocineta; en la planta alta dos recámaras una más pequeña que la otra y un micro baño. No me quejo, amo mi casa […]