Por Nacho Eguiarte De pequeño yo anhelaba cada regreso a clases para estrenar útiles, en particular lápices de colores, acariciaba siempre la idea de que me compraran un hermoso estuche de la marca Prismacolor, la particularidad y atractivo al menos para mi, era que venían en una caja de cartón forrada en su frente con terciopelo rojo y un broche dorado; bueno mi trauma infantil fue, nunca me compraron uno, siempre obtuve a cambio una caja de colores Blanca Nieves, en fin no se puede ganar todas. (Vía Papelería Cornejo) En mi tierna edad no lo entendía, ahora como adulto, se […]