Nuestros momentos felices, tristes, tranquilos o acelerados son el alimento de las vivencias. Experimentar a plenitud cada uno son la clave para tener una vida satisfactoria. Ciertamente, muchas vivencias se acompañan no solo por un recuerdo en nuestra mente; algunas tienen comparsas físicas, un portarretratos con la foto familiar, un recuerdito de la exótica playa de la vacación de verano, el guardarropa de nuestra etapa de juventud. Claro que no podemos ordenar la memoria más allá de lo que la mente permite, categorizando por evento, fecha, época, personas involucradas, etc. Esa magia pasa en nuestro cerebro y es casi automática. […]