Se que pueda sonar extraño el término de tarja porcelanizada, porque la mayoría estamos habituados a ver en las casas tarjas que son de acero inoxidable, pero realmente no son tan raras, pues muchas casas especialmente las muy antiguas o las de interés social cuentan con este tipo de accesorio en la cocina. Es el caso de Proyecto Naborita, cuya tarja distaba mucho de verse prístina e higiénica por lo que la decisión fue gastar alrededor de 130 pesos en una lata de pintura epóxica en aerosol para línea blanca y recuperar un poco la brillantez que debió gozar cuando nueva.
© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza
Lo primero será retirar la tarja de su base y lavarla a conciencia para dejarla libre de grasa, mugre, polvo y más importante sarro.
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Se aprecia que después del proceso de limpieza la tarja aunque limpia no se ve nada atractiva, porque el color del porcelanizado perdió la batalla del tiempo.
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Siguiendo las indicaciones del fabricante de la pintura, la aplicamos en capas ligeras en un espacio bien ventilado, dejando tiempo para que cada capa seque perfectamente así la nueva capa no queda débil ni se ve chorreada. La marca de pintura utilizada es Rust-Oleum de venta en Home Depot.
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Como un poco de trabajo duro y pocos pesos pueden hacer la diferencia cuando no podemos disponer de mayor presupuesto para las renovaciones de la casa.
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Ya colocada la tarja, su llave mezcladora, podemos ver el tremendo cambio, al grado que ahora la tarea será darle nueva vida a las juntas del azulejo para que no demerite la vista, pero eso mis amigos es para otra historia.