Dice el dicho “Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas”. Es momento de hacer una pausa y reinventarse para seguir adelante.
Momento crítico
Tiempos desesperados es precisamente a lo que no queremos llegar ninguno de nosotros. Vivimos un momento muy particular de la historia humana. Presenciamos una pandemia que acecha y amenaza la vida humana. No solo eso, hace que la dinámica de vida en muchos países cambie radicalmente. Seguramente también a ti te ha impactado, de corazón espero que ese impacto sea mínimo. Sin embargo, debemos estar preparados en cualquier caso para afrontar el porvenir que se mira un poco turbio. Tenemos la obligación de reinventarnos, de poner a trabajar nuestra materia gris para lograr encontrar ese camino a una nueva normalidad. Platicaba hace días de esto, el mundo como lo conocíamos está desapareciendo. Estamos en este momento crítico, presenciando el amanecer de un nuevo mundo*. Vamos a reclamar un sitio en él desde inicio.
¿Cómo puedo sortear los tiempos desesperados?
Estoy convencido que lo que debemos usar es el intelecto. Todos los seres humanos somos inteligentes, no tiene que ver con títulos de universidad o premios al conocimiento. Ahora bien, la inteligencia que requerimos es de dos tipos. Una es la inteligencia emocional para decantar la información que nos llega, analizarla fríamente y mantener la compostura. Pero no me malinterpretes, no estoy diciendo que no sientas, que no llores o no te desesperes, lo que digo es que si requieres liberar emociones tiene que ser con una causa válida y no con saturación de datos que no ayudan. Aplica la inteligencia emocional para determinar cuál es el nivel de tolerancia a los acontecimientos actuales, se vale decir no más.
Inteligencia de vida
Vamos quitando la idea de que ser inteligente tiene que ver con un diploma o una competencia de deletreo. Sin duda, tengo claro que el conocimiento académico es vital para el desempeño de las personas. Sin embargo, en este caso quiero referirme a la inteligencia que mostramos para enfrentar los retos cotidianos. El IQ es un reflejo de conocimiento más no necesariamente de la aplicación de estos a la vida mundana. Hay un sinfín de personas con una inteligencia tremenda para hacerse la vida y no tienen el título colgado en su pared.
En este tiempo, esa es la inteligencia de acción que requerimos para enfrentar tiempos desesperados. Esta es la verdadera clave. Usemos nuestra materia gris para reinventarnos, en nuestra forma de actuar, de pensar y claro en la manera de hacernos del pan nuestro de cada día. La necesidad es la madre de la inventiva y como dicen, el interés tiene pies. Evaluemos cómo hacemos negocios ahora, cómo obtenemos el sustento y planteemos un escenario cuasi-catastrófico para activar las neuronas y resolver cómo podemos implementarlo y seguir obteniendo. Usa la lluvia de ideas, por más locas o extrañas que suenen pueden ser la solución que necesitas. No es fácil lo sé, la cosa es que no tenemos muchas opciones.
En mi caso y al tratarse mi servicio de algo personal que realizo en la casa de mis clientes dificulta que me presente a sus puertas, sin embargo opté por la idea de lanzar asesorías de organización virtuales, así mantengo mi negocio operando con la seguridad de que no expongo a mis clientes. ¿Necesitas ayuda a poner ideas en tu mente?
*Con cariño a “John” que ya no está entre nosotros.