Tal vez te pase como a muchos que mal termina septiembre, empiezas a sentir una ansiedad recorrer tu cuerpo; la temporada de fiestas y particularmente diciembre se acercan, por lo que hay que tener la organización bien presente para así ir tomando fuerzas para el fin de año.
Toma fuerzas. Primero hay que tomar una gran bocanada de aire. El mismo ambiente te condiciona a sentir el acelere. No hay tienda que no tenga productos de temporada decembrina meses antes que ocurra; la misma gente se pone en modo de estrés prenavideño. Son tantas cosas que empezar a organizar, tantas reuniones, tantas compras, tantos detalles que tomar en cuenta. No es nada fácil. Pero si no hay autocontrol y una calma auto impuesta, terminaremos corriendo tras una madeja de hilo que se fue rodando colina abajo.
Calma y planeación. Al estar calmado, se puede planear, no por impulso y si por raciocinio. Toma una libreta o tu computadora, empieza a hacer una lista de cosas por realizar en las próximas semanas. No te preocupes si tu lista es grande, la idea es aventar de primer instancia todo en ella, para después pulirla, eliminando aquello que suene fuera de lugar.
Haz una lista. Usa la lista como una plantilla, poniendo, regalos por hacer, tarjetas que mandar, personas a quién invitar a las reuniones. También puedes adjuntar cada una de las reuniones que organizarás o atenderás, estableciendo tentativas para atuendos, platillos y listas de compras. Claro, no te olvides de tener bien claros tus alcances y recursos, no queremos que la cuesta de enero termine siendo una pared vertical; nunca dejes de lado tu presupuesto. Es tremendamente fácil perder la noción de los pesos, nos dejamos llevar por la algarabía del momento, ocasionando un terrible dolor de cabeza.
No anticipes gastar. Preferentemente no te gastes el dinero antes de tenerlo en la mano; le sucede a mucha gente que esperan un jugoso aguinaldo, basados en especulaciones la mayoría de las veces; cuando por fin llega el recurso, miran con desconcierto el cheque. Terminan ahogados en su saliva, después de percatarse que había impuestos que no consideraron retirar, o que por alguna razón, la empresa no otorgó los dividendos esperados. Hay ocasiones que se debe a errores, pero de igual manera resulta que el dinero que no tenías ahora lo debes, resulta pues, que hay un motivo de estrés adicional.
Los tiempos en el último tercio del año siempre son caóticos, ya porque nos los hacemos, ya porque otros generar su caos y nos afectan. La idea es tomar con determinación cada paso, tenerlo planeado y ajustar las tuercas sobre la marcha. La mejor temporada de fiestas es aquella que disfrutamos, para eso basta tener un poco de organización.
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El artículo “Tomando fuerzas para el fin de año” escrito por Nacho Eguiarte apareció publicado primeramente en NACHOrganiza Blog de Organización Profesional en Español.