El artículo de hoy, hace alusión a la Técnica Pomodoro (tomate) que mencionamos en días pasados. La técnica que se aplica por muchas personas que son adeptas a los métodos GTD (Get Things Done) o Hacer las Cosas a sus entornos laborales o a sus quehaceres en la vida diaria. Surge la incógnita de saber si aplicar los pomodoros o bloques de 25 minutos de trabajo corrido por 5 de descanso, es un método viable dentro de la organización. Yo considero que es positivo; aclaro, no soy experto en la materia pero a mi parecer el tener estipulado un periodo de tiempo para determinada tarea es bueno. Si bien, no aplicaría en todos los casos la técnica a su máxima expresión, no respetaría el realizar cuatro pomodoros a menos que se trate de un trabajo pagado, en casa con usar solo uno al día puede conseguir avances importantes en la organización de nuestro entorno.

Desmenuzar los trabajos más grandes en piezas más manejables o pomodoros es un buen modo de trabajar, hacerlo un día a la vez es más sensato, explico el por qué. Una persona regular con trabajo, familia y horarios establecidos para todas las actividades que implican esos rubros, pretender armar una sesión de 4 pomodoros o 2 horas completas de trabajo organizacional, sería muy ambicioso, no digo que no se pueda hacer, simplemente que no creo que alguien que desea organizarse y solo tiene algunos minutos entre semana o unas horas en fin de semana quiera pasar sábado y domingo poniendo orden a la casa. Es más sensato hacer un poco cada fin de semana porque solo serían 25 minutos inmersos de lleno en la tarea, más los 5 de descanso, un total de media hora. Con eso podemos seguir disfrutando el fin de semana en familia o escurrir un pomodoro un día de entre semana sin que nos cause un conflicto con nuestras actividades del diario.

En mi caso, como profesional de la organización, al tener un trabajo con un cliente, es distinto, yo si podría meter un par de sesiones de 4 pomodoros cada una en la organización por día, pues me están pagando por ello, es mi trabajo no una actividad complementaria. Si lo veo por el lado de trabajar en mi propio espacio, puedo verme como una persona regular haciendo un pomodoro solamente, pues tendría que atender otras labores inherentes a la casa o al trabajo que desempeño.

Es importante que quede claro, pretender organizar tu mundo en una sola sentada es delirar. Si como experto en organización te llevo a creer que es correcto que pongas derecha la casa en uno o dos días que tienes en tu fin de semana sería mandarte a la guerra sin fusil. Lo primero que pasaría sería que no podrías terminar todo lo que te propones, seguido de un inmenso sentimiento de desolación y derrota, para después al sentir como tu cuerpo te pasa la factura terminar maldiciendo la organización y alejándola de tu vida proferirías una maldición en mi contra por convencerte de abrazar la locura.

Organizar cuando se contrata a una persona para hacerlo puede generar expectativas más altas y sobre todo objetivos más alcanzables, pues un profesional te podría decir el tiempo aproximado para concluir determinado proyecto en caso de hacerlo solo o con refuerzos, por tanto pagas por horas completas y se trabaja por horas completas. Organizar cuando se hace por cuenta propia, es un ejercicio de mucha más paciencia, de pasos más pequeños y de objetivos realistas.

Usar pomodoros para organizar lejos de hacernos sentir que corremos contra el reloj y que debemos alcanzar la meta antes que suene la campana, es un método de poner nuestro mejor esfuerzo en periodos cortos pero concisos. Experimenta con el método y después has tu crítica a si te acomoda o lo puedes variar a tu conveniencia.