Las transiciones y desorganización son como siamesas. Es completamente natural tener periodos desordenados por transiciones que alteran las rutinas y la paz.
Hoy es último día de septiembre, con ello quiero cerrar los fascículos que empecé varias semanas atrás acerca de los factores que contribuyen a la desorganización basados en la ficha técnica del ICD®. También aprovecho para tomar un descanso que durará al menos todo octubre. Si te preguntas la razón de la ausencia, tiene que ver con motivos personales, motivos de salud, duelos que han pasado por mi vida reciente y una necesidad imperiosa de pausar un poco. No me retiro de la labor de organizar ni de la del voluntariado. Esto porque del 13 al 17 de octubre estaré en el pico de mis actividades como director de eventos del Institute for Challenging Disorganization® durante la realización de la conferencia en línea 2021. Bueno, hablemos pues brevemente de transiciones y desorganización, ya que las primeras impactan nuestra habilidad de organizarnos.
Mudanzas
Una mudanza irrumpe desde el antes y hasta el después de realizarse en nuestras rutinas. Altera nuestros espacios de manera temporal, hasta que logramos establecer nuevas rutinas y una adaptación al nuevo entorno.
Síndrome de estrés por reubicación
Si no has escuchado de esto, básicamente es una serie de alteraciones nivel emocional y mental por ir a vivir temporal o permanentemente a otro sitio. Personas que por su edad, situación emocional o necesidades particulares, se van a otra parte a vivir, pueden sufrirlo. Imagina lo difícil que es a veces cambiar de barrio, de ciudad, o incluso de país, cultura e idioma. No es nada sencillo y a veces carecemos de las herramientas para lidiar con ese paquete emocional. Así pues, el orden puede verse afectado.
Nuevo miembro en la familia
Desde el nacimiento o adopción de un miembro, hasta un padre o madre que por su edad y retos viene a vivir a casa. Inclusive una mascota o un familiar que se instala mientras se pone en pie después de una crisis. Al haber un miembro más, es seguro que los horarios, rutinas e incluso cantidad de pertenencias cambien. Esta transición genera desorden.
Divorcio, truene, separación
El nombre no importa, cuando en un entorno se ha convivido con otra persona y por razones diversas existe una ruptura, esto puede conllevar a una alteración del estilo de vida. No es raro que con esto se acompañen sentimientos de depresión y ansiedad, falta de autoestima o enojos severos. Todo influye en el comportamiento de nosotros, nuestros espacios y nuestra capacidad para mantener organizados los espacios.
Transiciones y desorganización conveniente
La vida no es estática, se mueve. Altera constantemente el mundo a nuestro alrededor, a veces de forma sutil y gradual, a veces intempestivamente. En todo caso las transiciones y el desorden que provocan, no son algo de lo que debamos sentirnos avergonzados. Se trata de la sal y condimento de vivir. Lo que debemos hacer es aceptar el cambio, procesarlo, para posteriormente hacer los ajustes pertinentes y regresar poco a poco al orden.
Bueno por hoy me despido pero sabes que siempre estoy a un mensaje de distancia. Ya te enterarás de todo lo que tengo planeado después de esta pausa. ¿Y quién sabe? Capaz que regreso antes de lo planeado. Abrazos gigantes.