No siempre la acumulación es consciente, muchas de las veces padecemos una acumulación pasiva en la que nos hacemos de cosas sin percatarnos y que aunque son útiles suelen descontrolarse en cantidad.

Acumulación pasiva puede ser un término pretencioso, pero creo que no lo es. Si lo piensas bien, por años has estado adquiriendo cosas que ni siquiera te percatas que las tienes, que las acumulas y que por ende, no te deshaces de ellas porque no tienes presente que las adquiriste en primer lugar. ¿Intrigante verdad? Bueno pues quiero presentarte con esta primer entrega de junio, 3 formas de acumulación pasiva para que las detengas. Te aseguro que abrirás los ojos y al menos, si no te decides a deshacerte de esas cosas, considerarás un segundo uso o al menos procurar hacerte de más en el futuro.

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Contenedores

¿Cuántas veces tu mamá te partió el corazón? Me refiero a todas esas ocasiones que corriste por un refrigerio al refrigerador y en un flamante contenedor de helado o de yogurt, encontraste frijoles de la olla, salsas o cualquier otra cosa diferente de una golosina. ¿Cuántas veces se lo has hecho a tus hijos? Los contenedores de alimentos son quizá una de las formas más sutiles de conseguir una acumulación pasiva en casa. Si es verdad que cumplen un uso posterior, es verdad que sirven también como parte de un programa de reciclaje, pero ¿Cuántos contenedores son suficientes? Y más ¿Cuándo es el momento de tirar varios, por viejos, maltratados o porque perdieron la tapa? Cuestiónate esto en dos partes. La primera cuando vayas a comprar víveres, pensando si no hay alguno producto que se adapte a tus necesidades y que tenga empaque más acorde al medio ambiente, o inclusive, que lleves tu comprar con tu propio recipiente como se hacia antaño. La segunda ocasión a cuestionarte será cuando veas que tienes docenas de contenedores vacíos, cuando realmente usas apenas algunos. Yo se bien que varias mamás me están odiando ahora mismo, porque si algo es sagrado para una madre son sus contenedores y más si son Tupperware (aunque no sean también, basta que en México a todo le llamamos “toper”)

Útiles De Escritura.

¿Plumas, libretitas, lápices de promoción? Muchas veces vamos a eventos como exposiciones, o a negocios que nos regalan artículos de escritura como una manera de hacerse publicidad. El problema radica en que nos descontrolamos y terminamos guardando más de lo que necesitamos. Esto pasa al grado de que el día que necesitamos una de esas plumas, la tinta está tan seca que podríamos sacarle más agua a una piedra. Pasa hasta con las libretas, que se vuelven amarillentas por la falta de uso. Ahora bien, no solo útiles de escritura son susceptibles de provocar acumulación compulsiva, también calendarios, folletos, revistas de ofertas y oportunidades, en general todo aquel producto publicitario que los comerciantes utilizan par hacerse notar. Y hay otro componente, las bolsas de supermercado, que además se vuelven una amenaza ambiental. Procura entonces no tomar más plumas o artículos de aquellos a los que realmente les darás uso. En el caso de las bolsas lleva bolsas reutilizables de tela. También evita tomar catálogos, publicidad, folletos, trípticos, etc.; opta por las versiones digitales o solo extrae los datos que realmente te son valiosos.

Ganchos O Perchas

Esta es quizá la tercer razón que provoca acumulación pasiva. Al menos lo es para quienes recurren a la limpieza en seco o tintorería. Cada que llevas un vestido, un traje, un pantalón o una blusa te van a devolver la prenda invariablemente con un gancho. Por lo general es un gancho de alambre que puede ser completo o con un tubo de cartón en la parte de abajo muy delgado, esto para que no marque los pantalones o piezas que se entregan dobladas en la percha. Bueno, lo interesante es que cada que llegas a casa sucede una de dos cosas, o cuelgas la prenda directo con todo y bolsa de protección, o de plano cambias de gancho por los propios y el de la tintorería se va a un canasto a acumular polvo o al patio a permanecer inmutable ante el paso del tiempo. Poco se puede hacer, normalmente las tintorerías no aceptan ganchos proporcionados por el cliente, pero lo que si puedes hacer es darle salida a los de alambre, ya sea reciclando o preguntando en el negocio si aceptan los mismos de regreso. Yo te confieso que no tengo ese problema porque desde hace años adopté la política de comprar solo prendas que pueda lavar en casa y que no requieran cuidados especiales.

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¿Conoces otra manera de acumulación pasiva? Creo que hay decenas de ellas pero estas son muy comunes. Platica conmigo y cuéntame las que tú has detectado. Recuerda que del mismo modo que una casa limpia no es la que más se limpia, sino la que menos se ensucia; una casa organizada es la que menos excesos tiene que organizar.

¿Participas De La Acumulación Pasiva? Puedo Ayudarte.

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