Por Nacho Eguiarte

Aún sigue el verano, las lluvias y los calores, pero para estar organizados, hay que ser anticipados. Realmente no quería que sonara a verso pero al final así salió, la cuestión es que anticipando el caminito de la escuela podemos hacer más sencillo el regreso a clases que se da para fines de agosto.

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(Imagen vía Van Houten Opina)

El primer día de escuela es algo importante, se trata de la transición de un nivel a otro, en algunos casos es mucho más desafiante la situación porque se cambia de plantel, cosa que puede resultar en un estrés adicional para los hijos. No importa si son menores o adolescente, en ambos casos se pueden ver sobrepasados por la experiencia de desafiar una nueva aventura escolar. Ayudarlos sin resolverles el mundo es la mejor postura que un padre puede tener, de ese modo crea un individuo independiente y más fuerte con el paso de los días. Para los padres es también un pues implica cambiar de rutinas, de métodos o procedimientos y así alcanzar las expectativas para la ocasión. Evita un poco de esa ansiedad generada en ti o en tus hijos siguiendo simples consejos.

Ajuste emocional. Para niños y adolescentes, llegar a un nuevo grado académico y más, llegar a una nueva escuela, es un reto atemorizante que repercute en sus emociones; tienen que olvidarse de una rutina llevada por al menos 10 meses y acostumbrarse a otra. Parte de esa rutina implica el trato con los amigos y compañeros y aceptar que muchos de ellos pueden ya no estar en la nueva escuela, generando una angustia por la búsqueda de relacionarse con nuevas personas y por encajar en ese medio social. El miedo al rechazo,  la necesidad de empatizar con los compañeros o maestros, el gusto o disgusto por las materias, son varios de los componentes que pueden intimidar al estudiante y hacer su carga emocional mucho más pesada. Es imperativo hablar con ellos, hacerles ver que en principio de cuentas puede ser complicada la adaptación pero que con comunicación y llevando a la práctica un día a la vez se puede lograr. Mantener el canal de comunicación abierto y asequible es el modo más adecuado para hacer su transición más suave. Al generar confianza en ellos nos podrán comunicar sus sentimientos y nosotros podremos idear el mejor modo de salir victoriosos.

Ajustar horarios. Particularmente desafiante, este punto nos habla de lidiar con el cambio primeramente de los horarios que venían manejando como parte de su periodo vacacional, mismo que de seguro difiere con uno de época escolar. Adicionalmente implica que con el cambio de nivel escolar, el horario general puede ser distinto de diferentes grados, un chico de primaria entra más tarde que uno de secundaria e incluso hay una buena probabilidad que no solo el cambio se de una hora sino que además sea cambiar del turno matutino al vespertino o viceversa. Con estos cambios en de suma importancia que consideres ajustar los horarios de sueño. Establece que horas convendrán para hacer las comidas, tareas, tiempo libre, baño y por supuesto el tiempo para ir a dormir y lograr tener un sueño completo y reparador. Acostúmbralos a que utilicen un despertador y sean responsables por ponerlo a tiempo y responder a su llamado por las mañanas. No es tarea fácil, más cuando tienes hijos de diversas edades que atiendes diferentes escuelas. Recuerda, aunque les diste la responsabilidad del despertador, tu marchas a tu propio ritmo y atiendes tu propio despertador, no podrás dejar desatendido ese aspecto.

Plan de actividades.Con el cambio de grado las actividades escolares pueden ser más estrictas de lo que eran; puede que ahora las asignaturas manejen un nivel de profundidad mayor y que sean más específicas que antes. Las expectativas de educación cambian y hay que enfrentar ese nuevo reto. En ciertos casos se agregan actividades extracurriculares como artes o deportes y eso implica un ajuste de horarios y actividades que conllevan el tener un equipamiento para esas actividades.

Rutinas fuertes. Padres o tutores deben revisar que tanto implica cambiar sus propias rutinas tales como llevar a los hijos a la escuela, antes llevabas a un solo plantel, este año escolar podría ser dos o más planteles, por lo que tu tiempo deberá ser perfectamente planeado para que las prisas, las carreras y el estrés no te agolpe el pecho con una amenaza de infarto. Hay que saber además horarios de los hijos, materias que reciben cada día para saber si existe una variación entre lunes y martes o entre jueves y viernes. También para que les hagas notar que preparen en anticipación tareas, libros, equipos y cuadernos de acuerdo al horario del día.

Ayuda a tus hijos en su transición escolar este regreso a clases, porque se que como todo padre amoroso, el que tus hijos reciban una buena educación es lo que más deseas para garantizar su futuro. Eso si, no olvides que la educación empieza en casa y se aprende con el ejemplo, los maestros tienen la responsabilidad de impartir conocimientos a tus hijos pero los padres son los encargados de gestar su educación. ¿Hay alguna rutina o consejo que te haya funcionado a ti en lo particular y quieras compartirlo con nosotros? Adelante, queremos saber.

El artículo “Caminito de la escuela” apareció publicado primeramente en el Blog de Organización NACHOrganiza