Por Nacho Eguiarte
Para un niño, las actividades que considera propias de adulto como es el caso de la organización, resultan tediosas y aburridas, por eso es necesario hacer que el niño se interese en mantener el orden y la limpieza de sus espacios. Para ello debemos tener la pericia de convertir esas tareas en quehaceres lúdicos, para que el aspecto de juego les haga interesarse cumpliendo un doble cometido, el de la recreación y el orden.
Tareas pequeñas. Pedirles que se encierren por una hora en su cuarto a organizarlo, es lo peor que puedes hacer. El tiempo para los pequeños transcurre de manera muy diferente que para nosotros los adultos, esto se debe a la percepción que su mente hace de él. Para un niño de 10 años, un año es un 1/10 de su vida. Pon tareas pequeñas que se puedan resolver en periodos de 10 a 15 minutos distribuidos a lo largo del día.
Vencer al tiempo. Estructura su tiempo de juego estableciendo concursos para ordenar en el menor tiempo tratando de vencer al reloj. Puedes hacer un cartel que marque los tiempos a batir para que la actividad pase de tediosa a divertida.
Premiar. No solo con golosinas, también con palabras que refuercen su autoestima, además que les vas creando el gusto por afrontar las responsabilidades de tareas comunes y corrientes. El refuerzo positivo que hagas de sus logros, ayuda a que conformen mejores niveles de confianza y aprendan a disfrutar los quehaceres. Su música preferida mientras organizan sería un valor agregado.
Todo a medida. El mobiliario y los sistemas de organización deben ser adecuados a su edad y estatura, no puedes pretender que se organice si los mobiliarios están ideados para un adulto no para un niño, recuerda que sus habilidades son muy diferentes.
Juguetes. El tema espinoso de la organización con los niños. Con la fuerte presencia de los medios de comunicación en la vida diaria hace que los niños sientan la necesidad fabricada por los anunciantes de poseer más y más cosas; derivando en que no se puede encontrar espacio suficiente para albergarlas. Trata de incentivar su gusto por juguetes que despierten su creatividad y su imaginación, en lugar de optar por los sofisticados que solo hacen una cosa y terminan en un rincón. Al mismo tiempo hazle ver que debe aprender a dejar ir una o dos cosas por cada juguete nuevo que tenga.
Nunca te deshagas de ninguna posesión de tus hijos sin su consentimiento. Es cierto, tú pagas los juguetes pero son su propiedad y solo ellos deben decidir dejarlos partir. Enséñales el valor de donar a los menos afortunados. No respetar su decisión creará un adulto con necesidades de acumular.
El artículo “Niños manteniendo el orden” primero apareció publicado en el Blog de Organización NACHOrganiza