Hoy quiero recordarte tres palabras poderosas, gracias, te quiero, perdón. Úsalas a diario, su poder te abrirá puertas y te brinda beneficios emocionales.
Gracias, te quiero y perdón, son palabras que tienen una fuerza enorme, desde pequeños nos enseñan a usarlas, y nosotros, de hecho aprendemos a hacerlo, pero es común que con el tiempo, vayamos olvidando aplicarlas. Las acciones asociadas con ellas son importantes para llevar una vida en balance. Agradecimiento, amor y arrepentimiento por el dolor causado.
Demos Las Gracias.
Agradecer por lo bueno de la vida es importante, agradecer por aquello no tan bueno también es importante, porque solo así entendemos que cualquier evento desagradable conlleva un aprendizaje. Recuerda que incluso la palabra crisis para los chinos quiere decir también oportunidad. Dar las gracias además no es solo símbolo de buena educación, es un signo evidente de que queremos estar en sintonía con nuestro entorno, con las personas con las que interactuamos y con la vida en general. Si no somos capaces de dar las gracias por las cosas pequeñas, menos podremos hacerlo por las grandes, con ello, lejos de crear una energía positiva de retorno, nos encontraremos con más paredes que puertas abiertas. Decir gracias nos lleva menos de un segundo (que conste que me cronometré a mí mismo pronunciando la palabra) y nos recompensa al menos el día que vivimos, porque aventamos buena vibración al mundo y este nos lo devolverá, no lo dudes.
Vamos A Decirnos Te Quiero.
¿Cuándo fue la última vez que le dijiste te quiero a ese ser especial? También se vale decir te amo, lo que no se vale es guardarnos esos bellos sentimientos, porque hoy estamos parados en este plano y más tarde o mañana no sabemos. Sin temor a equivocarme, creo que todos hemos tenido ese amigo, familiar o simple conocido que al día siguiente ya no despertó, que al salir a la calle se accidentó, que de la nada le diagnosticaron una enfermedad o simplemente sufrió un infarto o derrame. Yo tuve gente querida que se fue en menos de lo que dura un chasquido de dedos. A algunos les pude decir te quiero y a otros tantos no. Lo que queda es la sensación de que malgastamos el tiempo en bobadas, mientras callamos lo que sentimos por esas personas. No esperes a que sea tarde, el tiempo es hoy, es ahora ¡Exprésate!
Perdóname Por Haberte Herido.
Aquí entraré en aguas pantanosas. El perdón es una acción mágica, cura corazones al instante, sana viejas heridas en santiamén. El perdón es la medicina que todos deberíamos consumir y prodigar al mismo tiempo. Además de solicitar el perdón cuando nos equivocamos y dañamos a otro, debemos garantizarlo a aquellos que nos han herido, no importa que el daño haya sido cuantioso. Sé que te cuestionarás y rebatirás mi punto, porque hay afrentas que son muy dolorosas y difíciles de sobrepasar. No lo dudo de verdad. Pero te voy a contar una cosa, el perdón no es para el otro, es en principio de cuentas una sanación para uno mismo. Claro, tampoco debe confundirse con un olvido. Perdonar no es olvidar, perdonar es aceptar lo que ha sucedido, tomar responsabilidad y al mismo tiempo, dejar ir todo sentimiento negativo que provoca. Mientras no veamos el perdón de este modo, viviremos impregnados de rabia, de rencores y dolores y eso no es bueno ni para el cuerpo, ni para la mente, mucho menos para el alma.
[Tweet “Gracias, Perdón, Te Quiero, Palabras Poderosas Que Abre Puertas Y Sanan Heridas”]
Estas tres palabras poderosas, son las palabras que más me han cautivado en los últimos meses, porque con ellas podemos hacer tanto y sin ella solemos sufrir horrores. Recuerda que si bien el dolor es inevitable, el sufrimiento es una elección personal. Entonces ¿Qué opinas, le das una oportunidad prioritaria a estas palabras?