Es posible que te haya asaltado la duda en alguna ocasión. Te has preguntado si el cambio de carrera tiene fecha de caducidad o no hay edad para ejercerlo.

La semana pasada hablaba sobre la renuncia laboral. Mi experiencia fue la que dominó la necesidad de hablar sobre ello, pero también, varias personas allegadas a mi, han pasado por ese trance o están considerando tomar cartas en el asunto. Hablando con una de ellas me iluminó el pensamiento. Fue como una chispa una visión fugaz. Al asentar el pensamiento, decidí tomar por tema para esta semana el del cambio de carrera, porque a muchas de las personas que pasaron por la renuncia laboral, se les presentó dicha oportunidad. Es más, para ustedes mis lectoras y lectores, es bien sabido que yo mismo tuve esa disyuntiva. Por casi 20 años me dediqué al diseño arquitectónico, que fui combinando con labores de organización profesional de espacios.Poco a poco, mis pies empezaron a pisar más fuerte el terreno de la organización y ahora la arquitectura, que siempre estará en mi corazón, está fuera del panorama laboral; bueno de cuando en cuando hago trabajos de asesorías, pero en general mi modus vivendi es la organización.

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Cambio De Carrera Y Fecha De Caducidad

Pasaba yo de los 40 años, y la oportunidad llamó tan insistente y ruidosa a mi puerta que fue imposible ignorarla. A una edad, en la que se supone que debemos tener la vida resuelta, enfrenté temores, me cuestioné en noches de insomnio y decidí arriesgarme. Podía perder mi comodidad económica, mi buen puesto, en pocas palabras, mi zona de confort. Aún así decidí avanzar y no temer ante la incertidumbre. Mi decisión se debió a que aunque me gustaba lo que hacía, la pasión había brotado en una nueva actividad, en un nuevo horizonte. Para muchos estaba viejo, sobre todo porque a los 35 se cree que somos obsoletos en el mundo laboral, encontrar un nuevo empleo es punto menos que imposible. No me importó, acallé las voces, sobre todo las de mi cabeza que eran las más severas. Quería sentir fuego, pasión, ardor por hacer cosas nuevas, por llevar este oficio de la organización profesional de espacios a lo más alto, a darlo a conocer en mi tierra. Sudé y lloré. Seguro lo seguiré haciendo, pero he notado que lo avanzado me impulsa a seguir más adelante en lugar de regresar a puerto seguro. El pasado puede crear depresión, el futuro ansiedad, por eso me limito a centrarme en el ahora. Así he conseguido que mi cambio de carrera poco a poco fructifique, no veo porque a otros no les pueda resultar igual.

No Todas Las Carreras Son Para Siempre

A diferencia del matrimonio, perdón, a diferencia de lo que en teoría es el matrimonio, las carreras laborales no son para toda la vida. No hay que sentir culpa de haber estudiado una carrera universitaria y después querer cambiar de giro. Yo estudié 5 años de arquitectura, me desempeñé por 18 años en un despacho de diseño arquitectónico, después, dado el momento y las circunstancias, decidí perseguir otro sueño, haciendo un cambio de carrera, la de organizador profesional de espacios. En mi caso ha pagado muy buenos dividendos todo el arduo trabajo. Conozco incluso a una persona que estudió una carrera universitaria, que la ejerció exitosamente y que después decidió ir por una segunda carrera. Sus razones son de tanto peso que para mi son de admirar, acorde a ella estudió su primer carrera porque era lo que los padres querían para que se ganara la vida; su segunda carrera, era para ganarse la vida acorde a su propio proyecto de vida. En ambos casos lo ha hecho fenomenal. Por eso creo que si deseas hacer un alto, cambiar de carrera, aunque sea de ámbitos opuestos y realmente tienes pasión, ve por ello.

Lo Único Que Puede Salir Mal Es El Miedo

Miedo es lo que nos puede detener de tomar una decisión tan grande. El cambio de carrera puede ser atemorizante, es verdad, pero si decidimos enfrentar el miedo y atender el llamado de los sueños, podemos fácilmente enfrentarnos a lo que nos depare la vida. Además, tampoco quiero decir que hacer un cambio de carrera tiene que ser tan opuesto como ir de contador a médico, de bailarín a politólogo, de arquitecto a especialista en cohetes. Se trata de encontrar verdad en nuestro sentir, encontrar algo que nos siga llenando de emoción, algo que nos haga brillar de alegría para desempeñarnos siempre como profesionales, así seamos analistas de sistemas o chef. Muchas veces ese cambio de carrera es solamente un ajuste de la que ya tenemos, especializándonos en algo o cambiando el tipo de actividad que realizamos. Esto es particularmente cierto cuando trabajamos para una empresa o corporativo que tiene muchas ramificaciones de una misma área. Al final lo que cuenta, es hacer algo que nos apasione y nos haga desarrollar nuestras habilidades al máximo.

[Tweet “Enfrentar Los Miedos Y Las Voces De Censura Pueden Conducirnos A Revitalizar Nuestra Vida Laboral”]

Un cambio de carrera es un hito en nuestra vida, puede generarnos ansiedad y hacernos sentir inadecuados. Si generamos autoconfianza podemos vencer los obstáculos, los miedos y enfrentar cualquier escollo que se presente en el camino. ¿Acaso resuena lo dicho con tu caso particular? Comparte tu experiencia con todos.

En Esos Momentos De Cambio De Vida, Puedo Ayudar A Organizarte.

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