Por Nacho Eguiarte
En México tenemos un término que aplica para esos días que nos escapamos de la escuela, el día de pinta. Bueno yo me fui de pinta o algo parecido. No falte a mis obligaciones laborales, para nada, tenía la posibilidad de un día extra de descanso así que lo pedí como parte de un plan para realizar varias actividades fuera de la rutina común.
Primero que nada no puedo decir que me levanté tarde, pero si disfruté un poco más de tiempo relajado en la comodidad de la cama. Después a preparar un desayuno, ese si, alejado del habitual licuado de avena con fresas de todos los días. La mañana pintaba algo nublada, con algo de posibilidad de lluvia y una temperatura ideal pues no era de calor sofocante veraniego.
La agenda marcaba tres citas a cumplir, la primera un paseo por las alturas en la más nueva atracción en Guadalajara, La Rueda de la Fortuna que está patrocinada por un refresco de cola y unas papas fritas de carita sonriente. La idea era mirar con otros ojos la urbe, con los 60 metros de altura que tiene podíamos ver toda la ciudad y los diferentes cambios que ha tenido en años recientes con sus edificios altos y nuevos hitos. La vista era muy interesante y por 89 pesos es un modo nuevo de pasar 20 minutos observando el movimiento citadino sin estar inmerso en él.
Llegando la hora de comer aprovechamos que la Rueda de la Fortuna está instalada en la Gran Plaza para ir a comer a un sitio que nos gusta por su decoración Comicx, para quienes son entusiastas de los libros de cómics y superhéroes. Hay varias esculturas asombrosas de personajes de la ficción como Spiderman, Superman y Hulk, la comida no es gourmet pero tampoco es mala; la atención desde mi punto de vista es muy buena eso hace que la experiencia sea agradable.
Haciendo tiempo llego el momento de partir a la última cita, el Cirque Du Soleil con Varekai. Uno de los tantos shows itinerantes del circo proveniente de Montreal Canadá, Varekai es el resultado de combinar música de influencias gitanas, con actos circenses de alta calidad aderezados con la escenografía, los vestuarios y la magia nos sitúan “En cualquier lugar” donde un joven cae del cielo a lo profundo de un bosque, habitado por personajes fantásticos, ahí se ve cautivado por una criatura exótica que será transformada por su interacción con el joven. Una de las cosas que más me agrada de este circo, es el hecho de que nunca utilizan animales como parte del espectáculo, eso para mi es un plus, pues no hay crueldad animal o esclavitud por diversión.
Terminando el evento, vimos como la lluvia se aproximaba por el horizonte y partimos de regreso a la casa, donde un pan dulce y un café sirvieron de merienda para cerrar un día como pocos.
Si no has ido a la Rueda de la Fortuna, o no tenías planeado presenciar Varekai, creo que vale la pena que lo pienses bien, la vida esta hecha de momentos poco usuales y cualquiera de las dos cosas te puede ayudar a construir unos recuerdos fabulosos.
El artículo “Día de pinta, Rueda y Cirque” apareció publicado primeramente en el Blog de Organización NACHOrganiza