Ser Organizadora Profesional, requiere una preparación y no solo se trata saber ordenar, para ello hay fundamentos que debes conocer para ser la mejor.
Toda profesión tiene sus peculiaridades especialmente a la hora de su teoría. Es esa misma teoría la que es importante conocer para hacer un mejor uso de tus cualidades de organizadora, no es solo saber cómo acomodar las cosas, es conocer ciertos principios y técnicas que nos ayudan a fortalecernos en el oficio. Tu que deseas ser organizadora profesional deberás conocer y prepararte en estos temas. Pues bien, esta entrega versará sobre algunos conceptos muy generales y las técnicas que nos ayudan en la labor cotidiana de ayudar a los demás a tener una vida más simple y organizada.
Organizado, Desorganizado.
Vamos viendo primero los conceptos más elementales. Un espacio organizado es aquel donde las actividades pueden desarrollarse en orden y con un cierto método. Lo desorganizado entonces viene a ser lo que no cumple esas condiciones básicas, es decir, que carece de orden, que no permite que las actividades se realicen de manera conveniente y sin complicaciones. Si se tratara de una persona habría que referirse a la planificación de sus actividades y el desarrollo de ellas sin contratiempos.
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Desorganización Situacional.
No es lo mismo una desorganización situacional que una crónica, ni esta debe confundirse con una acumulación compulsiva (hoarding). La situacional es una desorganización que ocurre por algún evento esperado o no, tales como un divorcio, un parto, la llegada de un huésped, la muerte de un miembro de la casa, etc. Son casos que cuando la situación que genera la desorganización vuelve a la normalidad o es aliviada con el tiempo, va desapareciendo gradual o de golpe.
Desorganización Crónica.
La desorganización crónica ocurre cuando una persona lleva varios intentos por organizarse en un periodo de al menos 6 meses y que no lo ha conseguido. Estas personas se sienten abrumadas porque cada intento de poner orden por su cuenta termina fracasando o sin ofrecerles los resultados esperados, esto les lleva a pensar que no tienen remedio y que son fracasados ellos mismos. Los individuos que padecen desorganización crónica sufren algún tipo de condición tal como dislexia o Trastorno de Déficit de Atención (TDA).
Acumulación Compulsiva.
El caso de la acumulación compulsiva es una situación muy particular, porque viene suscitada por varias razones. Generalmente existe el padecimiento de al menos otra condición desafiante, tal como TDA, ansiedad, ataques de pánico, conductas compulsivas, duelos no resueltos generalmente crónicos o patológicos, etc. Se suele juzgar a la ligera este tipo de padecimiento y se piensa que porque una casa está en completo caos la persona padece del trastorno, nada más lejos de la realidad. Una casa en caos por desorganización no es sinónimo o equivalente de hoarding. Para abordar este tipo de situaciones deben formarse equipos de atención compuestos por varios profesionales, especialmente si estamos hablando del nivel tres o superior de la Escala Desorden-Acumulación Compulsiva® del ICD®. Esta es una herramienta que les recomiendo para forjarse como organizadora profesional, no importa si nunca se dedican a este tipo de clientela. Esta es de las pocas herramientas en español ya que fui invitado por Rachel Seavey organizadora de San Francisco, California a colaborar en su traducción.
Respeto.
Hay un punto esencial en todo trabajo de organización, el respeto por la situación que padece el cliente. No nos presentamos en la casa de nadie a resolver su vida, menos de manera prejuiciosa. Nunca será nuestra postura emitir juicios de valor sobre la situación de nadie. Particularmente en la situación de las personas que tienen desorganización crónica o que padecen acumulación compulsiva, debemos ser compasivos y jamás confundir su padecimiento con su persona. El desorden no es la persona, es el mero reflejo de sus circunstancias pero no podemos definir al individuo basado en su problema. Así que adiós a referirse a la persona como hoarder o acumulador compulsivo porque eso inyecta un sentido peyorativo que nada ayuda.
Objetos, Datos, Tiempo.
Se dice que son tres cosas las que podemos organizar, los objetos tales como ropa, zapatos, utensilios; los datos que pueden ser documentos en papel o digitales; por último el tiempo. La verdad es que son solo dos objetos y datos, porque el tiempo no podemos organizarlo en realidad, todos tenemos 24 horas en el día, no hay días más largos ni los tuyos tienen más minutos que los míos. Lo que si podemos organizar son las actividades y eventos que acomodamos para cumplir o realizar en el tiempo que tenemos.
Para organizar cualquiera de los tres primero debemos partir de la base, que el primer punto es reducir la cantidad de objetos que no sirven o no se usan, los datos que son obsoletos y los compromisos que no son prioritarios ni nos encaminan a nuestros objetivos y metas de vida. Se puede pretender organizar todo sin reducir, pero generalmente los resultados son malos, porque por más que organicemos tenemos un espacio finito para meter todas y cada una de los objetos, datos o actividades. Por eso siempre con gentileza debemos alentar al cliente para que su organización sea más eficaz y sencilla.
Teniendo una cantidad más manejable de elementos es más sencillo tanto para el trabajo de organización como para el mismo cliente, que se establezca un sistema claro, fácil de llevar y sobre todo de mantener. La meta última en todo trabajo de organización es el mantenimiento a la par de la demostración, la enseñanza y la transferencia de habilidades del organizador hacia el cliente. Eso precisamente es lo que nos diferencia de ser un simple servicio de limpieza. Nosotros enseñamos al cliente a vivir una vida más simple, una vida más organizada.
Es curioso cómo hablar de organización y sus fundamentos para mí es como darme cuerda. No pensé honestamente que el tema se hiciera extenso, por lo que decidí mejor hacerlo en dos partes para que esta primer parte aterrice y pueda entregarles el mensaje de lo que te fundamenta como organizadora profesional. No se vayan a perder la siguiente entrega para continuar aprendiendo a cómo ser una organizadora profesional, con bases fuertes para que sus futuros clientes queden encantados con su profesionalismo y capacidad. Si deseas tomar un curso de Introducción a la Organización Profesional dictado por mi amiga Helena Alkhas de A Personal Organizer pulsa sobre la imagen y si te perdiste los artículos anteriores de la serie míralos aquí ¿Así Que Quieres Ser Organizadora Profesional? y Recursos Para Ser Organizadora Profesional.