“Tener el guardarropa ideal se reduce a tener las prendas que realmente necesitamos. Un guardarropa minimalista, debe ser preciso, de calidad y versátil”
El guardarropa es un tema que puede tornarse delicado; hay una frase típica que puede resumirlo; “No tengo nada que ponerme”. Es en parte un tema de apegos, de tendencias, de amor a la ropa y zapatos, de estatus, de ego y de expectativas a cumplir, que no pocas veces son ajenas y no propias. Eso y mi amor por la organización, han rondado mi cabeza las últimas semanas, sobre todo porque aunque no soy de tener un clóset rebosante de ropa, noto con frecuencia que tengo prendas que uso poco o que no utilizo en lo absoluto. Así que pensé que posibilidades reales puede ofrecer el tener un guardarropa minimalista.
Entre la búsqueda variada por Internet, pase desde los sitios donde ofrecen una lista simple de elementos que no deben faltar en un guardarropa, en mi caso para hombre, hasta los que van enfocados al minimalismo. En todos ellos, independientemente del enfoque que tengan, se hace mucho énfasis en que las prendas a contemplar, deben ser de calidad, en colores muy neutros y con cortes o estilos que, tanto favorezcan la figura como que sean atemporales. Estos elementos, coincido que son base, porque si compramos ropa solo porque está de moda, terminaremos comprando ropa no por lo halagadora o cómoda que sea, más bien para satisfacer expectativas de lo que la mercadotecnia marca como tendencia de moda. Ya sea que se compre marca reconocida o prendas de menor calidad y costo, el resultado final, un clóset abarrotado, donde buena parte del contenido se usa menos de media docena de veces, a veces, tal vez solo una ocasión. No serían raros los casos en que las prendas sigan con etiqueta después de varios meses. De nuevo, resuena en mi mente, guardarropa minimalista, como un opción.
Meses atrás, siguiente el blog de Valentina Thörner, Vale de Oro, me enteré de un proyecto denominado Proyecto 333. Este tiene como énfasis, hacer conciencia del consumo, su procedencia y los estándares de calidad. La idea es evitar que seamos partícipes del consumismo desmedido, que seamos más sensatos en cuestionar nuestras prioridades y en dar mayor importancia al fondo y no a la forma. Este tipo de iniciativas están muy concordantes con los movimientos minimalistas, aquellos que nos dicen que debemos disfrutar más la vida, preocupándonos menos de las pertenencias, puesto que mientras más poseemos más preocupaciones nos arrancan, pues sentimos apegos a veces irracionales en caso de pérdida, robo, etc.
Bueno investigué y si bien la mayoría de los participantes son mujeres, por aquello de que son más susceptibles a los caprichos de la moda; también me di cuenta que hay hombres que hacen lo propio para llevar este proyecto, que es como un reto, en el que por 33 días solo deberás utilizar 33 prendas, en ellas se incluyen los accesorios, pero se excluyen prendas íntimas o para usos específicos como deporte o trabajo. Yo no me he decidido aún a participar de este reto. De hecho, no sé si lo haga, pero la teoría que aporta, me permite hacer mi propia interpretación, hurgar en mi clóset y cajones, mirando esas piezas que realmente no uso, ya sea porque no me representan, porque no me resultan cómodas o porque respondieron en su momento a una compra por impulso.
Aprovechando el reciente viaje a la playa por unos días para recargar pilas, decidí sacar todo y revisar que cosas realmente utilizo, que cosas me gustan bastante y que cosas me favorecen; de ese modo llegué a la conclusión de sacar todo lo que no cumpla tales características y mantener mi clóset no solo en orden, también con prendas que ame, sean funcionales y combinables. No te invito a ser radical con tus prendas, no lo he sido yo mismo, pero si te invito a que valores la posibilidad de tener un guardarropa minimalista, donando todo aquello que no tenga un sitio en tu vida actual o incluso, si quieres hacerte de unos pesos, vendiendo todo entre tus amistades y familia; un poco de dinero bien puede pagar una vuelta a la lavandería o a la tintorería. ¿Qué técnica usas tú para desabarrotar tu armario?