¿Gente que no quiere ser organizada? ¿Acaso existe? Esas son las preguntas que de inmediato te asaltan, la respuesta, es afirmativa y debemos ser empáticos.
Si en efecto, hay gente que considera que una vida organizada no es para ellos. No son raros los artistas que de manera categórica afirman que en el desorden se puede prosperar y encontrar una creatividad desbordada. Y definitivamente no es una postura terrible. No me malentiendas, no estoy renunciando a mis principios de organización y orden. Debo para explicarme mejor, comentarte lo que he venido aprendiendo este último año con la tanatología; la comprensión y la empatía.
Comprensión
Acorde a la Real Academia Española, uno de los significados de la palabra comprender es encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro. Esto no es otra cosa más que darnos cuenta que cada persona tiene una manera de ver la vida y las cosas que le rodean, con ello, sus propias circunstancias.
Empatía
Según la misma academia la empatía se entiende por la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. En palabras llanas, ponernos en los zapatos de la otra persona; dejar de juzgar la situación del otro, porque no hemos recorrido sus pasos.
Cada Cual En Su Momento
Te comentaba que a lo largo de este año he aprendido mucho de ambos conceptos. Me he dado cuenta, o mejor dicho, he reafirmado algo que ya sabía, que hay personas que necesitan ayuda, pero que no la aceptan. Esto tiene que ver con su propia zona de comodidad, sus miedos, sus carencias. Nadie por más necesitado que esté, aceptará ser ayudado si no es su momento, si por sí mismo no se percata y acepta que requiere de esa ayuda. Ayudar en contra de sus deseos será condenar a que la ayuda termine en un hoyo profundo, sin modo de ser recuperada.
Con una persona que se encuentra en negación de sus circunstancias, lo mejor que se puede hacer es mostrarse comprensivo y empático. No forzar algo, no imponer nuestra propia idea de bienestar. En pocas palabras si la persona decide o no ser organizada, debe ser siempre su decisión, nadie puede presionar, no es correcto y para nosotros los profesionales de la organización no resulta ético.
De hecho esta postura debe ser abrazada por cualquier persona que se dedique a la ayuda humana. Es bien sabido que si forzamos a un alcohólico o adicto a recibir ayuda, este lo mirará como un intento más por controlar su vida, y aunque asista a la rehabilitación, lo más seguro que terminará recayendo por represalia a la falta de respeto por sus decisiones. Es mejor y se obtiene un resultado más efectivo, tratar de abordar a la persona desde la compresión y la empatía, especialmente sin juzgarle, porque recordemos, cada uno vivimos nuestra propia vida y cada uno somos responsables de las decisiones tomadas en ella.
¿Entonces Se Debe Retroceder?
De ningún modo, si la persona rechaza ser organizada, lo que podemos hacer es mostrarle las ventajas. Que observe y analice las razones que existen detrás del interés, especialmente si la persona se siente sobrepasada o agobiada por su situación de desorganización. Siempre haciéndolo desde la comprensión y la empatía, no desde el enojo y la condescendencia.
¿Te gustaría compartir tu punto de vista? ¡Adelante! Y si necesitas que te hablen de los beneficios de organizar tu casa, tu oficina o tu tiempo, pues búscame y te platico de ello.
Di Adiós Al Desorden, Al Caos Al Descontrol.
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