Es momento de una pausa. El año se empieza a diluir y con él comienza el balance de logros y aciertos, soltando el apego a lo que no se logró.
Es mitad de diciembre y todos entramos en el frenesí de las fiestas, las posadas navideñas, los buenos deseos y la planeación de las reuniones por nochebuena y año nuevo. Hemos conquistado muchos logros a lo largo de un año. Hemos amado, reído, soñado. También habremos tenido momentos de desesperación y dolor provocados por la pérdidas. Pero al llegar diciembre, necesitamos hacer una pausa para respirar. Una pausa que sea motivante para elaborar un balance y admitir que a pesar de las dificultades seguimos en esta vida, tal vez raspados, pero vivos.
La Pausa Es Meritoria
Hacer pausas en la vida no deben ser símbolo de debilidad o pereza. La pausa es meritoria porque nos permite agarrar aire, de manera profunda y tomar impulso con ello para seguir avanzando. Esto es particularmente cierto cuando nos encontramos en alguna maraña de problemas o tribulaciones, que por sus características, nos abruman y nos dan poco margen para pensar con claridad. Es entonces cuando el merito de la pausa es innegable. Con la pausa detenemos un instante el trajín del pensamiento y miramos los problemas con una luz diferente. Nunca subestimes el poder de la pausa, a mi me ha permitido extraerme de situaciones desagradables para encontrar soluciones adecuadas.
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Todo Necesitamos De La Pausa
Navidad y sus celebraciones hace el tiempo ideal para hacer una pausa. Podemos aprovecharla en medida adecuada para recapitular nuestra vida, nuestras preocupaciones y sobre todo aprovechar el apoyo emocional que podemos encontrar de amigos y familia para brillar con luz renovada, con bríos recuperados y con la confianza de que pase lo que pase, podemos encontrar fuerzas para caminar erguidos ante la vida, con balance, con confianza, con amor propio.
Para mi es tiempo de despedirme por algunas semanas y gozar las fiestas decembrinas, por eso estaré ausente del blog, pero ustedes estarán presentes en mis pensamientos y mi corazón, porque agradecido estoy de saber que lo que he hecho por un año más, que es mi pasión y mi agrado, sirve para que ustedes puedan forjarse espacios organizados y una vida simple. Felices fiestas a todos ustedes lectores y que esos deseos permeen a todos los suyos. Nos leemos en enero que además es el GO Month instaurado en NAPO.