Una pregunta que se abre a muchas posibilidades, pero que a la vez puede convertirse en un dolor de cabeza es esta de ¿Qué regalar? Podrás decir, que no importa que se regale, al final de cuentas lo importante es que nuestros seres queridos, reciban un obsequio en estas fechas decembrinas, algo que los haga sentirse queridos, que sea una materialización del amor que sentimos por ellos. En parte tienes razón, pero existe la contraparte. El regalar algo no precisamente útil o deseado, puede convertirse en un bulto más que se agrega a la acumulación de la casa, de los cajones o de los armarios. De nueva cuenta viene a contrariarnos la pregunta ¿Qué regalar?

Considero que con un poco de tiempo para razonar, indagar y sopesar, podemos conseguir buenos regalos, apropiados a la persona y sobre todo sin afectar bolsillo o espacios en la casa.

Sorpresas. Si bien todos vamos por una sorpresa por primer opción, es importante que seas cuidadosa con comentarios, conversaciones, suspiros en escaparates, para que con ello puedas saber, que motiva, que hace que el corazón se acelere, no termines haciendo lo que Homero Simpson en un cumpleaños de Marge, que le regala una bola de boliche (me pasó alguna vez): resulta que o el regalo es un reflejo de quién lo da y sus expectativas o no se hizo una visualización y análisis de la persona, terminando en un fiasco total, con el consabido “vamos a ponerlo por aquí –rincón oscuro y polvoriento-”
Experiencias. Cenas, conciertos, exposiciones, viajes, paseos, cursos. El límite es infinito. De los mejores regalos que puedes hacer, las experiencias son cosas que se atesoran, que no colectan polvo, que por regla general gustan y emocionan de manera enorme. Para mi gusto es muy difícil no dar en el clavo, siempre y cuando, vuelvo a lo mismo, hagas caso de los intereses del receptor.
Útil. Es muy común que en pláticas sin intención específica, mostremos nuestros deseos de adquirir alguna prenda porque nos hace falta, alguna herramienta para algún proyecto, un libro o película que nos han recomendado. Esos anuncios involuntarios, indican que necesitamos algo, que si bien lo compraríamos en un momento determinado, el que lo recibamos de manos de alguien que nos quiere, será un tremendo detalle. Mejor un regalo que sea útil a uno que solo sea llamativo.
Dinero electrónico. ¿De mal gusto?, creo que ya pasaron esos tiempos, Hoy día no creo que sea indigno regalar dinero electrónico, así la persona que lo recibe, puede gastar en algo que realmente quiera y si esto de precio mayor, solo será necesario que complemente el costo. Se trata de gente con la que tenemos confianza, así que no creo que sea mayor el problema.
Ir juntos a comprar. Ya sé que esto le quita la magia, pero seamos realistas ¿puede ser más sencillo? Al final de cuentas estamos hablando de familia y amigos queridos, que son la familia que elegimos; hay la confianza suficiente para hacerlo de manera franca, así no habrá disgustos, cambios de talla, roperazos ni nada parecido, además pueden aprovechar para pasar tiempo de calidad sumando al día de compras una cena o café con pastelito.

En cualquiera de los casos, ajústate a un presupuesto para que no vayas a gastar más de la cuenta. Compara precios en diferentes tiendas y en línea. También vale la pena que le des una revisada a las políticas de cambio y devolución, pues en caso de requerirse tal vez sea importante el recibo y que no pase de cierto tiempo. Por último, siempre ten presente que un regalo no es la medida de tu amor, el cariño no es algo que puedas tasar ni tiene medida. Disfruta la magia de las fiestas.
El artículo “¿Qué regalar?” escrito por Nacho Eguiarte apareció primeramente publicado en NACHOrganiza Blog de Organización Profesional en español.