“Viene la época de dar y recibir regalos. Nos hace sentir queridos, pero también atasca los clósets. Esta vez te recomiendo algunos regalos que no estorban.”

REGALOS SIN ESTORBO

Las fiestas se aproximan, al menos ya es noviembre, porque para nadie es un secreto que una de las cosas que más me conflictúan, es esa pérdida de identidad estacional. Eso de venderte pan de muerto desde agosto, el Hallloween desde septiembre y la navidad y sus villancicos desde octubre es demasiado para mí. Creo que el afán mercantilista de estos días, nos hace vivir más deprisa de lo que en realidad debiéramos. Pero bueno, yo no cambiaré las tendencias de mercado (al menos no me lo he propuesto), así que trato de evitar los pasillos de novedades en el supermercado y voy a mi despensa, salvo cuando ya vivo la celebración acorde a su tiempo.

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Hoy me vino a la mente mi propia experiencia de los últimos tiempos. Procuro que mis regalos a dar y recibir sean lo menos invasivos en cuanto a espacio se refiere. Disfruta tanto la conveniencia de los presentes que no ocupan espacio o que ocupan muy poco de él. La experiencias lo he dicho, son lo máximo en la vida, porque al otro plano dimensional, otra vida o cielo, como gusten llamarlo, lo que realmente nos llevamos, es aquello que hayamos vivido, hecho y disfrutado aquí mismo. Por tanto los regalos que mejor se pueden disfrutar son las experiencias, porque además, hablan de la atención que prestamos a los gustos de los demás sin convertir el presente en motivo para completar un roperazo.

Alimento.

Una buena comida en un restaurante lujoso, es sin lugar a dudas una experiencia que podemos regalar, porque tal vez no sea una experiencia de todos los días, pero las memorias que se generan acompañados de sabores y sensaciones perduran siempre.

Eventos.

Que decir de boletos para el teatro, para el cine o para un concierto. Tal vez para una exposición de arte. Yo amo los shows del Cirque Du Soleil y siempre que están en la ciudad, a mi madre le hago el regalo de llevarla porque también es fan y terminamos siempre con una sonrisa que dura por incontable tiempo. Además con la memoria podremos revivirlo una y otra vez.

Vacaciones.

Quizá las más gratificante de las experiencias que se pueden regalar, es un viaje a tierras desconocidas, para conocer panoramas, personas y costumbres. Ya sea dentro o fuera del país, un viaje siempre nos reportará además de disfrute, mucha cultura y aprendizaje.

Regalos Digitales.

Letra y música virtual, postales hechas de pixeles, son de esos regalos que prácticamente no ocupan espacio, solamente en disco duro o nube, y que nos pueden remitir a momentos de diversión, emoción y divertimento como nunca. Yo recuerdo por poner solo un ejemplo, que solía leer bastante hace muchos años; por la falta de tiempo y de interés dejé de hacerlo, pero ahora con los libros virtuales que están al alcance de mis yemas, he leído solo en este año, más libros que en varios años anteriores y eso que empecé a mediados de años. Lo mismo la música virtual, hasta los videojuegos que se pueden descargar. Ya no es necesario llenar álbumes, estantes o libreros, si lo podemos tener en virtual.

Salud.

Este punto te parecerá más cuestionable, pero este año que cumplí 41 decidí que año con año me regalaré salud, o mejor dicho revisiones médicas preventivas para garantizar mi salud. Considerando el costo de los servicios sanitarios, créeme, nadie podrá decir que es un regalo inconsciente otorgar a un ser querido un check up médico.

Eres libre de regalar lo que consideres mejor y vaya acorde a la personalidad de quien recibe, pero ten en cuenta que muchos regalos terminan en manos distintas del recipiente original y otros solo sirven para atascar los espacios, pues se usan un par de veces como máximo, así que los regalos que no estorban, las experiencias, son una buena opción y las hay para todos los presupuestos.