Por: Xóchitl Ibarra Ramos
Psicóloga y consultora en Caitab A.C.
Cuando vas por la calle, ya sea en camión, en carro o a pie,  de repente pasa frente a ti una mujer delgada, bien maquillada, y en tacones. ¿Cuáles son los primeros pensamientos que te llegan a la cabeza? Socialmente etiquetamos a estas mujeres como personas triunfadoras, exitosas, seguras de sí mismas, y felices, creemos que el estar delgada les brinda  más oportunidades que a otras, que el éxito que tienen se lo deben a su delgadez, que su vida ya está resuelta gracias a su figura tan esbelta, que esta silueta tan perfecta les brinda seguridad y confianza,  que por tener un cuerpo tan “estilizado” son aceptadas en cualquier ámbito social.
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Al ver a una persona con una silueta delgada pensamos, “de seguro ha de tomar las pastillas que salieron  en la televisión el otro día”, “ha de seguir la dieta que estaba en la revista de belleza”, “ha de utilizar los laxantes que anunciaban en el camión” o “de seguro se ha de pasar horas en el gimnasio”.  Estos y otros pensamientos son los que tienen la mayoría de las personas sobre estas mujeres.
Esto es lo que nos ha vendido en las últimas décadas los medios masivos de comunicación; más de alguna vez lo hemos visto en la televisión, en los espectaculares, en las revistas, en las redes sociales y por qué no decirlo hasta en las películas. Vemos anuncios publicitarios de productos que prometen bajar de peso en poco tiempo sin dietas y sin ejercicio; cuando vamos de compras, nos damos cuenta que en tiendas las tallas son cada vez más irreales; en el trabajo, vemos la competencia que existe entre las mujeres por verse mejor que la compañera de a lado; en las escuelas, juegan a ver quién baja más de peso en una semana; en los gimnasios, se observan entre ellas para ver quien hace más horas de ejercicio.
¿Es esto lo que la sociedad espera de estas mujeres “triunfadoras y exitosas”?
No es extraño que la joven adolescente se sienta asustada ante la perspectiva de convertirse en una mujer adulta y cumplir con estas expectativas. Pero lo que la sociedad ignora, al menos una gran parte de ella, es que estas mujeres pueden padecer algún trastorno alimenticio, que para ellas no fue fácil llegar al lugar donde se encuentran, que  muchas tuvieron y tienen que vivir con esto para ganarse un lugar en esta sociedad, desconocen que estas mujeres no soportan verse al espejo porque ven a alguien que no son ellas, que tiene que estar luchando día a día por evitar vomitar, que les da miedo tomarse un vaso de agua ya que esto les provocaría subir de peso, que evitan a toda costa comer con alguien para no ser observadas como devoran la comida, que les molesta cada vez que alguien les hace un cumplido por lo bien que se ven, porque creen que se están burlando de ellas, estas son solo algunas de las características que estas “mujeres exitosas y triunfadoras” viven día a día, este es el precio de muchas de nuestras compañeras, amigas, vecinas, hermanas, y tal vez alguna de nuestras hijas tienen que pagar por el solo  hecho de encajar en una sociedad tan competitiva como la nuestra.
¿Será este el mensaje que la mayoría de nosotros estemos  captando de la sociedad? ¿Será posible que pongamos nuestra salud o la de un ser querido en riesgo por alcanzar una falsa  imagen?
Es inaceptable que a pesar de nuestros avances tecnológicos, y del boom del internet, seamos cavernícolas en cómo obtener un equilibro físico, emocional y social. Desafortunadamente aun no sea ha determinado a ciencia cierta, que genera estos trastornos alimenticios. La anorexia, la bulimia y el comedor compulsivo son algunos de los principales trastornos que afectan a mujeres, hombres, pero sobre todo a adolescentes, que son una población extremadamente susceptible a los bombardeos publicitarios y a las exigencias de la sociedad, hay que enfatizar que estos trastornos no respetan edad, nivel social ni género.
Una de las características de estos trastornos es el miedo a comer, angustia por el aumento de peso, comer compulsivamente, aclaro que estas son solo algunas de las características del trastorno alimenticio; solo los profesionales especializados en el tema como nutriólogos o psicólogos pueden proporcionar un diagnóstico adecuado. Sin embargo ante la aparición de alguna señal de alerta, es importante acudir por ayuda.
Recuerda mujer, eres única e irrepetible, evita dejarte llevar por los estereotipos que marca la sociedad, valora cada día tus esfuerzos, tus logros, valora tu vida. Hay personas que te aman y les importas, ante cualquier pensamiento negativo antepón dos positivos. No busques la hermosura en un cuerpo, búscala en el alma, busca en tu interior esa fuerza que te impulsa a realizar lo inimaginable, tú puedes cumplir tus metas y objetivos solo necesitas  ser tú misma.
El artículo “Trastornos alimenticios, sociedad vs. mujer” escrito por Xóchitl Ibarra Ramos, apareció publicado primeramente en NACHOrganiza Blog de Organización Profesional en Español
Sobre Xóchitl Ibarra Ramos

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Psicóloga por la UTEG, esposa y madre de 3 adolescentes, colabora con los programas de educación para evitar los trastornos alimenticios en CAITAB: Consulta y Asesoría Integral para el Tratamiento de la Anorexia y la Bulimia, A.C, en dicha asociación pugnan por modificar la percepción de la imagen corporal de las personas y la manera como esto puede afectar a sus familias. Además ha trabajado en proyectos, apoyando a personas de bajos recursos, como psicóloga, tallerista y maestra.
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